viernes, 16 de julio de 2021
sábado, 9 de enero de 2021
jueves, 7 de enero de 2021
ESE NO SOY YO
Pero así me ve el periodita:
Ideas voladoras, tolerante en exceso, libertario, enemigo de políticos buhoneros, de duelo por la juventud perdida, temeroso de su ojo clínico.
Jubilado como profesor de la UMU tras más de treinta años entre el claustro y la palestra, José Buendía siempre tuvo dos cosas claras: que la edad es un estado de la mente y que la ambivalencia es el origen de todas las patologías. Acaba de volver -algo trama- y tiene tiempo para escribir y pensar.
Fue absuelto por el Tribunal de Orden Público en los setenta por propaganda ilegal», acusación fatídica para muchos, pues aquello acrecentó su interés por lo social y por conspirar contra los «cantamañanas».
Con él viaja la polémica; el último libro que ha firmado es 'El impacto psicológico del desempleo' (Edit.um). No quiso ser director de la cárcel. Y no se resiste a ver cumplido su sueño: ser piloto de aviación.
Con su pasmosa habilidad para fabricarse halos de misterio, seguro que irritaría a todo el pasaje... Y dice que no tiene miedo...
(Manuel Madrid en la Verdad, en un ampio reportaje)
martes, 5 de enero de 2021
La Muerte está a mi puerta
“Tiene usted, don José, un malecito en el labio superior. Es el triángulo de la muerte” (sic), me dice una mujer de mediana edad, a quien no conozco. “Cuando llegue a casa, con un algodón, póngase alcohol”, acaba diciendo. Y desde entonces, estoy metido en el proyecto de una publicación sobre la muerte ¡Qué frivolidad!
Durante el tiempo que aún me quede, un año, cinco, diez… ¡qué más da!, siento que tengo que decir sobre la muerte algo que desconozco. Tal vez la vida sea “una pasión inútil”, pero en cualquier caso una pasión de la que forma parte el arte de escribir. Me inspira especial ternura la persona cercana que va a morir pronto. Y si después se recupera, le suplico que no vuelva nunca a morirse. En fin, el tema es de un interés tremendo.
Durante los últimos meses, he visto cómo caen las hojas en esta tierra nuestra, con singular celeridad: Un político pre-democrático, un banquero piadoso, tres estudiantes demasiado jóvenes, un empresario arruinado, dos desempleados..., y hasta un obispo, mediocre pero obispo al fin. Esto no se puede tolerar. La gente se muere con demasiada facilidad. Debería salir una ley que prohíba morirse sin autorización.
Si aún estás vivo, es porque le has plantado cara a la muerte. Empeñarse en Vivir, es el hilo conductor de mi reflexión.
P. D
El Gobierno de M. Rajoy subió los costos de enterramiento. Ahora aplican el 21% de IVA ¿Sabes qué? He decidido no morirme hasta tanto salga gratis.
No hay sitio
Fue en Caravaca: “Si estás desempleado, no te preocupes. El Señor pondrá un Samaritano a tu lado para que te ayude”. Me quedé de piedra, porque no había caído que la solución de los parados no está en acuerdos internacionales, medidas del gobierno, convenios de empresarios y sindicato, sino en algo tan a la mano como la intervención de un samaritano.
Oigo decir a un “marchante” de la huerta, que “el que no trabaja es porque no quiere”. También esto me sorprende. Llevo dos semanas pensando en ese obispo, que estudió lo justito, y en el marchante de Patiño, travestido en empleador. Después he buscado ansioso al samaritano, por si las moscas, pero no. He pateado Lorca, Caravaca, Águilas, Molina de Segura… Pero sólo he encontrado unos “samaritanos” poco dispuestos a llevar la cruz.
Uno de ellos presenta una propuesta inteligente: Apela a Jesús Abandonado, (que precisamente nunca estuvo tan desvalido y desamparado). Es decir, que después de estar durante horas en la cola del INEM, tú puedes ir a Jesús Abandonado, para tomar un “bocata”. Me han dado ganas de gritar. Efectivamente he gritado. Yo grito, tú rezas, él canta.
Hace unos días visité la Universidad privada, y les prometo que encontré clarividencia. El “Cardenal” Mendoza tiene poder, mucho poder. Y afirma que dispone de samaritanos suficientes para que cada parado lleve su lazarillo. Si esto es así, que no lo dudo, viniendo de un hombre tantas veces bendecido por Benedicto, yo también deseo perder mi empleo, a cambio de un lazarillo-samaritano, ¡qué gozada, tú!Este obispo “sabe latín” y “dio en el clavo” al hablar, no sin inspiración divina, desde Caravaca. Lo que pasa es que le faltan recursos; precisamente lo que a Mendoza le sobra.
Por mi parte, desde hace unos días, ya no grito, ni rezo, ni canto.
sábado, 2 de enero de 2021
SEÑORITA NO, SEÑORA
Alfonso Guerra ha pasado de ser el compañero más ingenioso y capaz, a estar en el
banquillo, acusado de machismo. Varias ministras, se despacharon a gusto,
calificando el trato de “señorita” como
una vuelta a la moral de la Enciclopedia Álvarez.
El mensaje que se transmite con “señorita”, es siempre
despectivo.