martes, 17 de marzo de 2009

POR QUÉ NO IRÉ A LA MANIFESTACIÓN.

Yo que, -por razones de patrimonio familiar y por condiciones personales-, fui elegido presidente de una Comunidad de Regantes Tajo-Segura, no podré manifestarme el día 18 de marzo de 2009 en Murcia. Después de tres mandatos, me negué a continuar debido a los "chanchullos" que las personas más influyentes intentaban llevar a cabo con el agua. He tenido el honor, por tanto, de presidir durante seis años la Comunidad de Regantes Tajo-Segura más numerosa y con más recursos hídricos; y mi experiencia ha sido satisfactoria. Presidir las asambleas de más de dos mil comuneros es una gestión difícil, pero gratificante. Y plantar cara a los mangantes del agua constituye casi una experiencia orgásmica. Digo esto para poner de manifiesto hasta dónde llega la disconformidad con las actuaciones referidas a la anunciada manifestación. Tengo claro, por tanto, que no debo asistir por varias razones:

PRIMERO. Como universitario que soy, estoy en desacuerdo con quienes piensan que esta institución debe “comparecer como tal” en un acto del “agua para todos”. El tema del agua, - pensamos otros-, es un tema político y de estado, mientras que lo que pretenden los organizadores es azuzar el nacionalismo hidráulico y despertar la guerra de los trasvases, con lo que será cada vez más difícil llegar a acuerdos.
Pienso que La UMU no pinta nada rivalizando con otras comunidades, o incluso oponiéndose a los Estatutos de otros territorios autonómicos. La función de la Universidad no es esa, sino la de promover amplios acuerdos democráticos para una gestión justa y sostenible.

SEGUNDO. Tengo fobia a las manifestaciones. No pude ir a la manifestación de los obispos, cuando vociferaban contra los homosexuales. Sin embargo ¡qué cosas!, me sentí bien en la del 23F y en aquella sobre la guerra de Irak. Y es que son temas muy diferentes al “rollo del agua”. Aquí, los hay que pretenden tener a la gente entretenida, para llevar a cabo mientras, los negocios más turbios, como el Marqués de la Zerrichera.
Comprenderán ustedes, que un ciudadano con fobia a la corrupción, no puede ni debe arriesgar su salud con estos eventos, donde hay gritos, pancartas, “trajes”, y en muchos casos intereses inconfesables.
TERCERO. Creo que no servirá de mucho esa marcha. El Gobierno de España, -del color que sea-, tendrá que buscar soluciones en cada momento para garantizar que no falte el agua en Murcia, no tengo la menor duda. Me refiero al agua del grifo, porque la agricultura ya fue sustituida por el ladrillo.
Por otro lado, el silencio de Cámara y de Valcárcel en cuestiones más importantes que el agua en este momento, constituyen la espoleta para quedarme en mi lugar de trabajo.
"A los corruptos, ni agua".
Mira que lo siento, pero no iré.