Muchos políticos sufren el mal
de hybris, Y esto no anuncia nada bueno. En una reunión de empresarios dijo
Felipe González que él mismo había padecido hybris o mal del poder a los nueve años de Moncloa, que Aznar lo
padeció a los seis años y que a Zapatero
le afectó ya a los dos años. La actitud de “perderse” del nuevo
presidente Rajoy, cuando hay que dar explicaciones y estar con la gente, nos
hace temer la aparición prematura de hybris.
En el frontispicio del templo de
Delfos habían grabados dos proverbios muy célebres:“Cónocete a ti mismo” y “Nada
en exceso”. Las dos frases coinciden en un mensaje
claro: conoce tus limitaciones, conoce cual es tu sitio, no quieras ocupar un
sitio que no te toca… no te dejes llevar por la hybris.
La
hybris, es uno de los peores pecados de los hombres según la mitología
griega. Es la falta de sabiduría, la vanidad, la desmesura que desafía a los
dioses, y al hacer esto, al orden cósmico. Para los mortales, la hybris
conduce siempre a la catástrofe.
Este síndrome está causando un montón de problemas en
todo el mundo. Precisamente, la crisis global financiera tuvo en su origen
mucha hybris. Hasta un análisis
superficial de los líderes de algunos de los grandes bancos que se desmoronaron,
o de los líderes políticos que intervinieron, pone de manifiesto que la hybris subyace a todo.