lunes, 22 de agosto de 2011


LA TOMA DE MADRID


Pero
el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía…

El amor está en las carnes desgarradas por la sed,

el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,

y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas…

Federico García Lorca
Grito hacia Roma

Federico, conmovido por la realidad de un mundo a merced de las cuentas de beneficios, maldijo en su famoso poema un papado que se olvidaba del amor y se entregaba al Poder. La iglesia oficial representaba sólo boato, grandilocuencia y soberbia. Para el poeta, uno de los principales adversarios a combatir es la iglesia, con su papa a la cabeza, (en aquellos momentos Pio XI había firmado con Benito Musolini el tratado de Letrán, y bendecía las tropas que se preparaban para invadir Abisinia). Pero en Lorca existe una profunda identidad con el Jesús que ama a los pobres, cuida a los enfermos y predica la paz. Hasta hay un cierto paralelismo en la forma de morir. Federico fue ejecutado por la significación literaria y humana de su compromiso.

Frente a las pompas y lujos del papa en la toma de Madrid por la Puerta de Alcalá, mientras le rinden pleitesía gobernantes, políticos y personas influyentes, tal vez sea bueno releer Grito hacia Roma de este genial poeta, que nos recuerda la decencia frente a la máscara dominada por el teléfono rojo de los poderosos.

Por mi parte, puedo decir, que he estado en Recoletos, acudí a Cibeles y desbrocé una plegaria en la Almudena, junto a De Cospedal con mantilla y peineta, como dios manda. Ante espectáculos como el de la JMJ, “el hábito sí hace al monje”.

En fin, he salido confortado al ver cómo Ratzinger nos regala, graciosamente, lo más preciado y necesario en tiempos de Crisis: El espíritu de la Escuela Nacional Católica. El Nacional-Catolicismo constituye, sin duda alguna la solución ¡Y que tenga que venir el Papa de Roma para imponerlo, teniendo aquí a Bono que también sabe latín!

Pero la visita de Ratzinger, -gran inquisidor del Santo Oficio durante décadas, juez y ejecutor de cientos de teólogos, a los que castigó sin miramientos por disentir-, va a mejorar la prima de riesgo, promoverá el empleo entre los jóvenes, (kikos, Opus y legionarios principalmente), y dará su apoyo a los desahuciados, como un indignado más del 15M ¿O no?

Hablando con el Cardenal Mendoza, y con el beatífico rector Ballesta, a quienes esta región debe tanto, expresaron con orgullo que dejarán muy alto el nombre de Murcia, a pesar de los problemas surgidos en la procesión con el paso de la Cena. El alcalde Cámara, el presidente Valcárcel, el alcalde de Lorca, Miguel del Toro presidente de la CROEM, el Rector de la UMU, y Tomás Zamora, entre otros, -perennes peregrinos-, dan brillo a una región, escasa en agua, pero abundante en festejos religiosos.

Y lo más significativo: Los obispos han sacado los confesionarios a la calle. Se trata de artilugios portátiles diseñados por Kiko Argüello sobre una idea inicial de José María Escribá; y que constituyen una de las atracciones más sugerentes de la feria. Con esta actitud innovadora quieren poner de manifiesto que “se peca masivamente”, en palabras del cardenal Rouco; y también que dejarán Madrid limpio de pecado. Pero se equivocan sus reverencias con esa ocurrencia, porque la gente no peca. Poco pecado para 200 confesionarios y 2.500 curas.

Me cuenta el obispo de Mondoñedo, con quien coincido en el Meliá Princesa, que tienen visitas pero a cuentagotas, y eso que se han instalado en una de las calles más emblemáticas del Retiro. Los políticos y hombres de las finanzas no acuden al Retiro, es decir no se confiesan, creo que con buen criterio; en primer lugar porque los pecados que controla la JMJ son de carácter sexual, y nuestros líderes y autoridades, son discretos en esa materia; y en segundo lugar porque no tienen nada de que acusarse,-en sus declaraciones, siempre la culpa la tiene el otro-; sólo algunos pecadillos, que tienen que ver con la corrupción, la injusticia social, el enriquecimiento súbito, el engaño y pasividad ante la pobreza…, es decir cosas de poca monta que se borran con la bendición de este papa, 16 veces bendito. Cabe subrayar que ni siquiera Camps, sentado en primera fila durante el vía crucis, y acompañado de Trillo, quiso mezclarse con los “pecadores”.

No funcionó el espectáculo de los arrepentidos, previsto para gay, lesbianas, “convivientes” y mujeres que tuvieron que interrumpir el embarazo. Las indulgencias y absoluciones vuelven a Roma casi sin estrenar; y el “pecado” permanecerá en la intimidad, para pesar de los organizadores de la JMJ; aunque no faltarán en el futuro, voluntarios dispuestos a inspeccionar, grabar y juzgar nuestras huellas cuando amamos a alguien.

Pero esta feria no acaba aquí. La calle continua con 68 expositores que venden inscripciones, camisetas, rosarios, monedas del papa, pulseras con la bandera española, mochilas de peregrino, “mi foto con Benedicto”… Un negocio con un interés muy desinteresado.

Y aquí estamos nosotros, en el extremo de esta provisional secuencia. Aquí estamos tanteando alguna nueva forma de tenernos de pie ante el acoso de unos “peregrinos” que nos quieren imponer otra vez el Nacional-Catolicismo.

El hombre vestido de blanco, -que ha tomado Madrid sin resistencia alguna, gracias al "Estado laico" de Rodriguez Zapatero-, ignora el misterio de la espiga…y el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.

jueves, 11 de agosto de 2011