lunes, 26 de agosto de 2013


Nadie debería pasar un día sin darse un placer.

Entrevista. Diario La Verdad, 24 de Agosto, 2013.

De ideas voladoras, tolerante en exceso, libertario, enemigo de políticos buhoneros, de duelo por la juventud perdida, temeroso de su ojo clínico. Recién jubilado como profesor de la UMU tras treinta años entre el claustro y la palestra, José Buendía siempre tuvo dos cosas claras: que la edad es un estado de la mente y que la ambivalencia es el origen de todas las patologías. Acaba de volver de Perú -algo trama- y tiene tiempo para escribir y pensar. Fue absuelto en los sesenta por «incitación a la rebelión y propaganda ilegal», acusación fatídica para muchos, pues aquello acrecentó su interés por lo social y por conspirar contra los «cantamañanas». Con él viaja la polémica; el último libro que ha firmado es 'El impacto psicológico del desempleo' (Edit.um). Se precia de conocer secretos «de gente indeseable». No quiso ser director de la cárcel. Y no se resiste a ver cumplido su sueño: ser piloto de aviación. Con su pasmosa habilidad para fabricarse halos de misterio, seguro que irritaría a todo el pasaje... Y al verano, a sus 70 años, dice que le tiene miedo.
-¿No esperaba este momento?
-¡¡¡Eso me pregunta todo el mundo, ¡pero yo no me jubilo!!!! La jubilación es un logro de la sociedad, pero cuando es obligatoria se convierte en un sistema perverso de control social que desaloja a sus más cualificados elementos de producción.
-Se dice que es periodo de júbilo.
-En algunos paises, hay profesores que siguen investigando independiente de la edad,  porque son los que mejor saben hacerlo ¿Qué sentido tiene jubilarse? Por mi parte, voy a seguir trabajando en otro lugar, con otra gente, en otra universidad, probablemente americana, o en mi casa.
-Una de sus líneas de trabajo es el proceso de envejecimiento. ¿A qué conclusiones ha llegado?
-Que hay que estar activos mentalmente, activos socialmente y activos físicamente. Si tú no tienes una estructura que dé sentido a tu vida, no tienes nada que hacer. El aprendizaje es, sobre todo, salud.
-La jubilación y la pérdida del empleo provocan cataclismos en muchísimas personas. ¿Por qué?
-El trabajo es muy importante. Desde pequeños nos preparamos para desarrollar un trabajo. Y cuando pierdes el trabajo pierdes tu identidad. O bien porque te jubilan o porque te despiden. El drama es muy fuerte, porque atenta contra tu propia identidad.
-¿Qué tenemos que tener claro?
-Hay dos cosas. Una es lo que queremos ser y otra es que el poder de las ideas es inmenso. Si tú tienes una idea clara de lo que quieres y a dónde quieres ir, ¿qué más necesitas? Por desgracia, en la población general lo que hoy predomina es el miedo y la desesperanza. La desesperanza es la antesala del suicidio.
-¿Cómo podemos distinguir la desesperanza de la depresión?
-La desesperanza nuclear significa que has perdido el sentido de tu vida totalmente.  Es destrucción,  parálisis y miedo. Lo contrario a la fuerza de la esperanza. En esta Región de Murcia nuestra, que yo calificaría en términos psicopatológicos de bipolar, aparece con mucha fuerza el miedo y la desesperanza en determinados colectivos. Con lo de bipolar quiero decir que la gente ya parece estar otra vez dispuesta a ir a lo anterior, a la pompa de jabón de la construcción y ese tipo de cosas.
-Los vulnerables, ¿quiénes son?
-Hay dos grupos muy vulnerables en este momento: las personas mayores, de 75 años hacia arriba, porque la edad psicológica no coincide con la edad cronológica. Y luego están los jóvenes, que no me preocupan, porque son jóvenes y tienen salud, y tendrán salidas por donde sea, y aprenderán chino, ruso, alemán... lo que haga falta. La desesperanza está en  empleados y en  funcionarios, que no encuentran salida en su profesión y están viendo que todo va a peor.
-¿Con qué hay que ilusionarse?
-La sociedad del futuro será la que nosotros queramos que sea, tal vez no con la celeridad que querríamos. Yo antepongo a todo la fuerza de las ideas. . Si yo tuviera que dar un consejo sería : responde a los desafíos de la realidad con  ideas. Las ideas son muy poderosas , y ahora faltan ideas.
-¿Cómo son los individuos considerados sanos mentalmente?
-La salud es como la vida, hay buenos y malos momentos. Una persona sana es aquella que es capaz de amar y de trabajar. Si no puede amar o no puede trabajar, está enfermo. Si tú estás bien, tú amas a pleno pulmón, y trabajas de forma creativa, de forma extraordinaria.
-¿Estamos peor de lo que parece?
-Somos muy quejicas. Estamos en una sociedad en que no queremos tener problemas, que no nos duela nada. Y yo creo mucho en la gente que desarrolla la capacidad de sacrificio, como los escaladores. Nos deberíamos meter de lleno en la educación de los niños para que estén preparados para la vida y se entrenen, eso quiere decir que tienen que hablar idiomas y, si puede ser, el inglés mejor que el castellano.
-¿El diván es un confesionario?
-Puede serlo. Yo he recibido a mucha gente a lo largo de mi carrera profesional, y de alguno guardo el secreto de un crimen perfecto. Ni la Policía ni los jueces conocen a estas alturas el comportamiento de algunos de ellos. Son casos duros.
-¿A quién no prestaría ayuda?
-Siempre he estado en contra del delito, obviamente. Pero he estado a favor del delincuente, sobre todo cuando se trata de un menor, si creía yo que era recuperable. Y eso es algo que se me ha criticado y que no se ha entendido mucho. Si es recuperable y puede rehacer su vida, mi deber es ayudarle. Hablando de delincuentes, yo estoy en contra del supuesto delito de Bárcenas. No estoy en contra de él como persona. Pero que no cuente conmigo como psicólogo. No hay tiempo para atender a ese personal.
-¿Qué le pasa al pájaro enjaulado?
-Digo que no se puede curar en cautividad.
-¿Qué tiene claro sobre usted?
-Soy libertario, independiente, propugno la acción directa, la autogestión, y no obedezco consignas.
-¿De qué le han acusado?
-Me pueden acusar de radical y de decir lo que pienso. Yo, en la academia, digo todo lo que tengo que decir. Los que no dicen lo que piensan son víctimas de su propio miedo.
-¿Para qué queremos psicólogos?
-Uno cuando se siente desbordado no cabe en sí. La presión estimulativa es tal que tú no puedes darle cauce, y necesitas, con otra persona, poner un poco de orden en el conflicto o a tu situación. Hay gente que se maneja sola y no necesita profesionales, y otras personas que sí. En cualquier patología hay que usar técnicas psicológicas y no ahogar el síndrome solo con fármacos.
-En el verano, una estación propicia para la reflexión y el autoanálisis, ¿qué decisiones se toman?
-El verano es un tiempo "peligroso". Por muchas cosas. Por el calor, por el hacinamiento de muchos familiares en casas pequeñas de playa... Como tienes tiempo libre le das más vueltas al problema que tú tienes. Por ejemplo, a tu relación sentimental. Es tiempo para el ocio, pero después del verano es cuando más decisiones de divorcio se producen. Cuando estás en el trabajo, tú vienes y vas, pero en el verano piensas.
-¿Tiene nietos?
-No.
-¿Tiene hijos?
-No.
-¿Qué tiene?
-(Risas) Tengo una persona a mi lado -es mujer-, que es más inteligente que yo, y hace que yo no cometa muchos errores.
-¿Por qué es tan débil el amor?
-Es débil porque la gente se engaña. El amor romántico no funciona. El amor de los veranos, el rollo veraniego, es un problema, aunque es muy dulce y deja muy buenos recuerdos. Sobre todo en los litorales, donde hay sitios y lugares para beber y para estar... El amor romántico dura 32 meses, como máximo, si hay contacto. Si no hay contacto dura, como 'Romeo y Julieta', toda la vida, pero al nivel de fantasía.
-¿Y por qué tropezamos tanto?
-Los adolescentes perpetuos, los románticos incorregibles..., están llamados a fracasar y tendrán la primera, la segunda, la tercera pareja, cuantas sean. Para llevar a buen puerto una relación sentimental, con hijos y tal, es necesario tener una serie de condiciones, y justamente los que más empeño ponen en casarse son los que carecen de esas condiciones. Antes de tomar una decisión de estas es mejor pensárselo dos veces. Esos matrimonios a 40 años cada vez son menos.
-¿El desamor tiene reparación?
-Es una sensación de abandono, y antes, durante y después de que ocurra eso hay que pararse a pensar.  En la realidad siempre hay salidas, a veces no las que tú querrías. En la fantasía  no hay más salida que la locura. Hay que estar en contacto con la realidad.
-¿Cuáles son las claves para que una pareja vaya viento en popa?
-El criterio es la capacidad de dar y recibir. Una pareja nunca funcionará bien si uno da y el otro recibe, y el otro recibe y no da. El criterio clave de salud es la capacidad de dar y recibir, y debería ser un criterio a la hora de formar pareja. Otra cosa distinta es la actividad sexual, que puede existir de común acuerdo. Quitada la violencia, y el abuso de menores, todo lo demás es cosa de hombres y mujeres, de hombres y hombres, de mujeres y mujeres, de lo que quieras. Las personas que más he visto sufrir son los divorciados durante el proceso de divorcio, y los desempleados. La situación de desempleo es una de las situaciones más amargas.
-En sus viajes a Latinoamérica hay un denominador común: las coincidencias a una pregunta...
-Es cierto. Cuando he ido por México, California y Cuba preguntaba a las viejos algo muy sencillo: ¿Por qué merece la pena vivir? Y las respuestas de algunos coinciden: para amar,  trabajar y disfrutar. Y eso no es lo que dice el catecismo de la escuela nacional católica. Es una respuesta extraordinaria.
-¿Coincide?
-Totalmente. Te voy a decir más. Es muy importante el arte del placer, y la gente que no tiene placer discurrirá su conducta en cosas indeseadas. Por lo tanto, sería deseable, y ojalá que los políticos fueran conscientes, que la gente tuviera una vida placentera. Nadie debe pasar un día sin darse un placer. El placer es un arte. Y es lo que garantiza una vida realmente con sentido.
-¿Qué placeres se procura usted?
-La amistad, por ejemplo.
-¿Qué le hace falta a la sociedad?
-Mucha pasión. Estamos en verano y, debido a la situación económica, muchos ni siquiera han salido de su casa. Atiborrados de ansiolíticos y antidepresivos, viven entre el miedo y la desesperanza. Cuando lo que necesitan es pasión, mucha pasión, para encontrarle sentido a aquel sinsentido en que ha desembocado su existencia.
-¿Qué es hacer política?
-Estoy cansado de escuchar a tanto político burócrata e hipócrita mientras la gente pierde la esperanza. En estos momentos hacer política es acción directa, pienso yo. Y desalojar a tanto cantamañanas que nos está llevando al túnel de los tiempos solo es posible mediante la acción directa de la gente en formas abiertas de participación. Y ahí cabemos todos. Yo también estoy ahí.
-¿Recuerda un momento mágico?
-Me he dedicado intensamente a estudiar el estrés de los directivos, de los profesores, de los jubilados, de los desempleados y también de los pilotos de aviación. Y para ello una vez pedí viajar en la cabina del piloto de un avión a Colombia. Experimenté tal placer que no descarto ahora, a la vejez, hacerme piloto.

                           
1-¿Un sitio para tomar una cerveza? -Las cristaleras de Alfonso X.
2-¿Qué música le suena en el teléfono móvil? -Ninguna.
3-Un libro para el verano. -'El monstruo amable', de Raffaele Simone.
4-¿Qué consejo daría? -Responder a los desafíos de la realidad, plantarles cara.
5-¿Facebook o Twitter? -Estoy en Facebook.
6-¿Le gustaría ser invisible? -No, siempre transparente. Ser invisible genera autoengaño.
7-¿Un héroe o heroína de ficción? -No tengo. Hace tiempo que no los considero héroes. Prefiero a héroes de carne y hueso.
8-Un epitafio. -Fin del currículo.
9-¿Qué le gustaría ser de mayor? -Piloto de aviación
10-¿Tiene enemigos? -No, tengo adversarios.
11-¿Lo que más detesta? -La traición.
12-Lo peor del verano es... -El hacinamiento de tener que compartir con otras personas el espacio.

Post Data
Esta entrevista forma parte de una serie de entrevistas a "personajes" o "personajillos", que con el título "Estío a la murciana", ha venido publicando La Verdad de Murcia. Se trata de  una entrevista desenfadada (para consumo de veraneantes), con una foto también curiosa. Yo no "concedo entrevistas" -¿se dice así?- a los medios, desde que la UMU me ha jubilado. Además,  estoy en una zona "ni envidiado ni envidioso", como dice Mariano Sanz. "Pa qué quies que vaya..."  Pero la insistencia de un  periodista con fama de buen profesional, me llevó a decir que sí.
En cualquier caso,  me daría por satisfecho, si algún lector  decide cultivar El Arte del Placer.


lunes, 19 de agosto de 2013

POLÍTICOS EN MANGAS DE CAMISA  

 

¿Qué ropa me pongo? , preguntó Catalina la Grande a su doncella horas antes de dar el golpe palaciego que le llevó a acaparar el poder imperial. Quien va a salvar una patria no puede vestirse de cualquier forma. No lo entendió así nuestro presidente, Ramón Luis, cuando ni corto ni perezoso se presenta en mangas de camisa, “descamisado”, ante los periodistas que él mismo había convocado junto a los chiringuitos del Pinatar. Un mandatario, demócrata a carta cabal, pero con ambición desmedida, resulta que va sin asesor, sin doncella, y sin sastre. No hizo la pregunta obligada: ¿Qué traje me pongo?

Quien habla como él habló,  ha de vestir como dios manda. “La manipulación de la justicia, llevó a tomar pueblos” (sic). Se refiere el presidente a los municipios de Librilla, Totana y Torre Pacheco donde fueron arrestados y encarcelados sus respectivos alcaldes, por presunta implicación en casos de corrupción urbanística. Por lo visto, estos “regidores ejemplares”, acusados de fraude, prevaricación, tráfico de influencias, cohecho y blanqueo de capitales deben ser considerados como un modelo a seguir. “Hay una persecución del PP, y hay periodistas usados de francotiradores... ". Y hablaba, hablaba hasta la extenuación.

¿Qué le pasará al "pobre" Valcárcel? Ya lo tengo: habló en mangas de camisa, “descamisado” ¿No había un traje para este hombre, que gobierna con tanto acierto, “la región más austera de España”? Gasta en protocolo menos que nadie, sigue diciendo a los periodistas, aludiendo a las comidas de funcionarios de las consejerías. ¡Ah!, ¿pero los funcionarios comen?, quiero decir del erario público. Menos mal que el presidente sin traje, arregló el desaguisado con una frase que no tiene desperdicio: Siento vergüenza ajena por tener que tratar temas como este. ¡Si hubiera vestido como dios manda, no habría dicho “tonterías”! Un político austero y moderado no puede convertirse súbitamente en exaltado, descuidado o mendaz.
Pienso que hace lo que ahora toca: hablar desde las playas sobre fiscales, jueces, policías y por supuesto el gobierno. Vean de nuevo esta perla cultivada: “la persecución del PP llevó en su día en la región de Murcia a tomar literalmente un pueblo” ¡Pero hombre, con el alcalde en la cárcel, alguien tendría que “tomarlo”!, digo yo. Y qué significará tomar.

¿Qué le pasará a Valcárcel que  no atina? Pienso en la gripe A, en un golpe playero de sol, o lo más factible, en un subidón de autoconcepto. En fin algo pasajero. Pronto pedirá disculpas y volverá a la cordura de entonces: Que Librilla, -Libre Villa decía mi abuelo-, no merece un alcalde “descamisado” como el que tiene. Que Totana “ya no es totana” desde que su regidor entró en el trullo. Y que Torre Pacheco no quiere ver a un edil tan elegante en prisión. Me decían los reclusos, que este hombre no paraba de llorar. Sus lágrimas ya lo han purificado. Abogo por el indulto.

A estas alturas, seguro que el bueno de Ramón Luís se habrá dado cuenta que debe aumentar los gastos de protocolo, porque ha de acudir a  "la doncella" cada mañana: ¿Qué ropa me pongo?  
Quien va a salvar la Región, no puede vestirse de cualquier forma.