domingo, 26 de mayo de 2013

Acción Directa

Querido confidente:
Lo que estás preparando  sobre "democracia y partidos políticos" para someterlo a debate en nuestro  grupo de Siglo XXI, me parece de gran interés. Pienso que es lo que hay que hacer: Análisis riguroso de la situación y atreverse a actuar,  respondiendo a los desafíos de la realidad. Hacer política en estos momentos no es necesariamente entrar en el sistema de  elecciones y de  urnas. Esto es lo que propugnan algunos  partidos que cada vez nos representan menos. Piden que la plataforma contra los desahucios pase por las urnas, que el 15M presente su lista de candidatos al Congreso, como condición para representar a otros. Y después, que se callen, (claro está), para hacer boca de nuevo dentro de cuatro años.

Estoy cansado de escuchar a estos políticos burócratas... Hacer Política, sobre todo en estos momentos, es  Acción Directa. Desalojar a tantos cantamañanas que nos están llevando  al túnel, sólo es posible mediante la acción directa de la gente en formas abiertas de participación.

"Se precisa líder",  publiqué yo -no sin cierta ironía- en el diario La Opinión. Pero lo que en realidad quise decir es que no me fio de los líderes de turno; y que su ambición de poder, ya de por sí resulta sospechosa.  Al menos en un primer momento, es imprescindible la acción directa. Y ahí puedes estar tú y tus amigos. Yo también iré, aunque estoy de duelo por la juventud perdida. Pero la edad es una cuestión política; es el último prejuicio que queda por conquistar. Esto me reconforta.

Post Data:
Ojo a los oportunistas que están apareciendo, y que hay que desenmascarar.  Para ello, mi confidente siempre ha demostrado buen olfato.

jueves, 2 de mayo de 2013


NO FUE PUTA 
                      
La iglesia siempre tuvo miedo al personaje. Las controversias  surgidas en la primera comunidad cristiana por su liderazgo y el papel como  mujer en la iglesia han llegado hasta nuestros días. Y ¡qué casualidad!, el Evangelio de María, escrito a comienzos del siglo II, desaparece durante quince siglos, hasta que un único ejemplar fragmentario vio la luz a finales del siglo XIX en traducción copta. El criterio de Pablo de Tarso se había impuesto desde el principio, dejando claro quién lleva los pantalones.
 

¿Qué intereses había en juego para ensombrecer de esta manera la imagen de María de Magdala? Ella había estado presente en la crucifixión y en el entierro, y después es el propio Jesús quien le encarga dar la buena nueva. Las tradiciones evangélicas primitivas le otorgan una posición prominente entre los seguidores de Jesús.

Pienso, con Leonardo Da Vinci, que es ella  la que está a la derecha del Maestro durante la Cena. Ella fue la mujer escogida; independientemente de que, -como han escrito algunos autores heterodoxos-, viviera o no una apasionada historia de amor. El colegio apostólico primero, y el colegio cardenalicio después, se encargaron de ocultar su verdadera identidad para quitar de en medio a una mujer tan influyente. No hay fundamento histórico ni bíblico alguno para afirmar que fue prostituta, y por lo tanto nada tienen que ver con la Magdalena otras supuestas Marías con  rol de pecadoras arrepentidas y penitentes. La importancia del Evangelio de María reside en que nos permite apreciar el liderazgo de las mujeres; pero al final se impuso la autoridad patriarcal y jerárquica.

Esta mujer defenestrada sin contemplaciones por el machista de Tarso, mantiene un vínculo muy especial con el Maestro. Una prueba de amor indiscutible es que Jesús resucitado, -cualquiera que sea la interpretación que se haga de este fenómeno-, aparece ante ella en primer lugar. Cuando una persona se encuentra en situación crítica, o ha logrado salir de un acontecimiento que pudo ser trágico, inmediatamente intenta comunicarse con la persona más querida y significativa. En las Torres Gemelas, en el 14-M, en el caso de personas que han sido liberadas después de un secuestro, en los pasajeros del avión que va a estrellarse etc., siempre se repite la misma escena: Te quiero, por teléfono a su amado/a; dile que le quiero; un mensaje en el contestador, o una nota escrita, casi con las mismas palabras: te quiero, estoy bien, adiós voy a morir... En otros casos el superviviente, cuando es posible, se presenta directamente ante la persona amada. Estamos ante un fenómeno psicológico que se repite siempre en circunstancias parecidas en todos los casos. Jesús,  aparece ante María Magdalena en primer lugar, porque se trata de la persona con quien tiene un vínculo amoroso más fuerte.

Y ¡lo que son las cosas!,  la mujer más nombrada en los evangelios constituye el último tabú de los cristianos. Ya se encargaron desde el principio de falsificar bien su imagen, utilizándola como símbolo de pecado sexual y arrepentimiento.  En una cultura en que la mujer no era digna de crédito, es sorprendente que la Magdalena sea elegida  como compañera del Maestro y líder de un grupo de pusilánimes. Queda claro, por tanto, que aquel profeta que cambiaría la historia del mundo, fue un inconformista con las costumbres de su tiempo, un provocador y un innovador, incluso en algo tan escandaloso como el trato libre con la mujer, incluidas las prostitutas. Pero al día de hoy, María de Magdala, sigue siendo tabú para jerarcas, predicadores, fanáticos de tradiciones, fundamentalistas católicos, y tantos meapilas que frecuentan las sesiones de innumerables  sectas.

La Magdalena es, por el contrario, símbolo de amor, de pasión, y al mismo tiempo portadora de confidencias del Maestro que los demás desconocen. En el Evangelio de María, descubierto de nuevo en 1896 en un códice papiráceo escrito en lengua copta, ella  se muestra  como poseedora de una enseñanza que a los otros les ha sido ocultada. Esto acentúa su pureza de corazón y de mente, ya que de acuerdo con el pensamiento antiguo, para este tipo de experiencia eran imprescindibles pureza moral y una fuerza mental inconmovibles. Si él la amaba más que a los otros discípulos, es porque la conocía a fondo.

María de Magdala  lideró y convenció a los futuros apóstoles de que había motivos para la esperanza. Esta mujer es la imagen de una gran verdad. No encuentro, a pesar de mi empeño, la palabra que exprese al mismo tiempo la dimensión espiritual y erótica, como sólo ha sido capaz de reflejarlo el poeta lírico más importante de la literatura castellana: “La noche sosegada / en par de los levantes de la aurora / la música callada / la soledad sonora / la cena que recrea y enamora”.  También, cuando expresa la insensatez propia de una locura de amor: “Buscando mis amores / iré por esos montes y riberas / ni cogeré las flores / ni temeré las fieras / y pasaré los fuertes y fronteras /. Pastores los que fuerdes / allá por las majadas al otero / si por ventura vierdes / aquel que yo más quiero / decidle que adolezco, peno y muero”.

Todo apunta a que María de Magdala es la amante por antonomasia, y al mismo tiempo la más amada por quien es definido como el Amor. Ella bien podría ser la autora de una obra fundamental sobre el arte del placer. “Allí me dio su pecho / allí me enseñó ciencia muy sabrosa / y yo le di de hecho / a mí sin dexar cosa; / allí le prometí de ser su esposa”, leemos en el Cántico Espiritual.

María de Magdala,  trasmite una visión fascinante de la vida, una rebeldía sin límites ante lo legitimado, un testimonio absoluto  más allá del poder y de la muerte.