domingo, 20 de julio de 2008

La “miembra” joven y el viejo miembro


Uno de los mayores motivos de fascinación es observar las sorpresas positivas que nos da la vida. Zapatero es genial aunque en ocasiones nos haga comulgar con ruedas de molino: imposible aguantar cuatro años seguidos a una ministra que sonríe a destiempo y que cuando habla, parece de la ESO. Pero el “Jefe” las prefiere así: joven y mujer, aunque le falten ideas. Dicen que ocurrió lo mismo con la elegida por Murcia a la Ejecutiva Federal, pero en este caso se puede suplir con el Power Point.
Confieso que estoy de duelo por mi juventud perdida. A mi edad se ven las cosas de otra manera y cuesta digerir las genialidades de una ministra tan joven. Pero, yo que inevitablemente e inadvertidamente me he hecho mayor, me he dado cuenta que la edad es una cuestión política. Es el último prejuicio que queda por conquistar. Y Zapatero sin enterarse.
La vida no para, no espera, no avisa. Esta debe ser la causa de que tenga que ser joven. En este sentido, la ministra Aído lo está haciendo muy bien, porque cada vez que habla mete la pata. Con ello logra distraer al ciudadano de lo importante: la crisis económica, el paro, la inmigración, la sanidad, la educación, la igualdad…, y eso relaja. Esta mujer joven, además de ministra es una excelente terapeuta.
Por otro lado, me parece estupendo que sea mujer, pero ¿joven? Mira por donde a mí se me antoja vieja. La edad, a pesar de lo que digan algunos políticos decadentes, es un estado de la mente, una conciencia de las cosas, un arte de vivir. Yo hubiera propuesto lo contrario, si de aportar sabiduría al Gobierno se trataba: hombre, viejo, y con ideas, como en la selección española de fútbol. Las defensas maduras son un indicador fiable de saber vivir, que es lo más urgente si se quiere acabar con las desigualdades. Se equivoca Zapatero cuando pone a gobernar a quien no ha vivido.
Pero lo que más llama la atención de esta mujer es su sonrisa. Aunque no haya un motivo, ella sonríe, pero con los ojos entornados. Es un misterio ¡Mírale a los ojos y verás! Ahí están, “ahí están, viendo pasar el tiempo”…, expresando vacilación, titubeo y sobre todo asombro, ¿ante sus propias ocurrencias? Insulta con elegancia y tiene la lucidez de inventar el lenguaje para imponerlo. Es la ministra de la desigualdad. No sé si lo de “miembra” tiene contenido erótico, -como algunos zafiamente expresan-, pero la erótica del poder sí tiene un precio.
Toda la importancia que este gobierno da a la juventud, no me la trago. Yo abrazo la vejez. Esos ancianos, para los que no existe ministerio de igualdad, son seres humanos que han logrado librarse del éxito, eso que generalmente, convierte a quien lo alcanza en un cretino. La estética del perdedor me encanta

domingo, 6 de julio de 2008

SE HAN HECHO DE ORO


El urbanismo está fuera de control. Estamos instalados en un modelo de crecimiento tan insostenible como irresponsable: el tráfico de influencias, la utilización ilícita de información privilegiada para especular, la falta de transparencia, la confusión entre lo público y lo privado; y en definitiva la corrupción, hacen que se promuevan actuaciones de urbanización masivas. Muchos ayuntamientos, sin distinción de color político, presentan iniciativas al margen de su propio Plan General de Ordenación Urbana, desencadenando un proceso irreversible de incalculables consecuencias.

No corren buenos tiempos para ser político. Nos alejamos cada vez más del código de buenas prácticas en el gobierno del territorio, y estamos adentrándonos en el terreno intransitable de la mala política. Son los acuerdos llevados a cabo en conversaciones privadas entre promotores y representantes políticos, -legitimados a posteriori-, los que modifican sustancialmente los usos del suelo en muchos municipios.

Pero, ¿de quién es el territorio? La tierra ya no es del que la trabaja o vive en ella. No, no; es de los alcaldes, que son capaces de hacer que esas piedras se conviertan en pan. Hay regidores que consideran el territorio no como un referente de identidad y de cultura específica de esa población, sino como activo financiero y como recurso explotable. Y consecuentemente, “cada uno con lo suyo hace lo que quiere”; o más finamente dicho: el ius utendi et abutendi de los romanos. Algunos en pocos años, se han hecho de oro.

Yo habría jurado que este milagro de transformar la tierra en oro, era falso; hasta que el otro día, en una reunión de amigos, salió a relucir el tema y comprobé que lo sabían todo: acuerdos, sociedades, cajas fuertes, arquitectos, y hasta un cura, ¡mira por donde!, que bendice las nuevas mansiones, una vez consumado el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces; nunca mejor dicho si el prodigio tiene lugar junto al Mar. Recalificar, viene a ser, en algunos casos, lo mismo que confiscar; llevándose por delante todo nuestro patrimonio natural.

He conocido de cerca la situación de los indios en América Latina, y fui testigo de cómo poderosos regidores, arrojaban a los indios de sus tierras porque “las hemos comprado; y aquí están las escrituras”. No eran murcianos, sino estadounidenses, canadienses, brasileros o europeos; pero con un mismo objetivo: dominar la tierra. Los habitantes de muchos poblados se resistieron:

-La tierra es nuestra. Aquí vivieron nuestros padres y nuestros abuelos...

-No tenéis escrituras de propiedad. Nosotros hemos comprado la tierra…, decían estos bienhechores.

-Pero ¡si la Madre Tierra no se puede comprar...!

¡Qué visión tan Superior tienen los indios de la Naturaleza! Para ellos la tierra es sagrada; y quien la maltrata no es buena persona. Ahora el patrimonio natural de los indios, ya es una factoría de hacer dinero. Las empresas extranjeras se incautaron del territorio, mientras los indios, ya sin tierra, viven hacinados en inmensos cinturones de miseria que rodean las ciudades.

Pienso que el tiempo también es un territorio. A cierta edad, el tiempo que te queda por vivir es tu único patrimonio. Yo me rebelo contra la gestión de estos jinetes del Apocalipsis que mercadean con los espacios naturales. La madre tierra no se vende.

ÑOÑO

Esta es la palabra más elocuente, mágica y alucinante que he escuchado referida al escrito de un rector. Un veterano profesor, decano él, calificaba de esta manera ese escrito ¡Qué riqueza de vocabulario tiene nuestro idioma castellano! Si hubiese utilizado el decano otros términos, supuestamente sinónimos, como remilgado, melindroso, cursi o blandengue, no sería lo mismo. Ñoño ¿Cómo encontró ese sencillo y hermoso vocablo, ya obsoleto, que define como nadie el escrito del rector? La capacidad de este compañero para pronunciar la palabra oportuna en el momento adecuado es admirable. No es de Letras, pero como si lo fuese.

Y si no, vean: Hace ya tiempo, el rector publicaba un artículo en la sección de deportes de la prensa regional, con el título: Somos de Primera. Y más recientemente publicaba otro, esta vez sobre tema serio. Desde el más profundo respeto a su contenido y, ¡faltaría más!, a su admirable querencia y propensión a los medios, quiero expresar mi asombro y aturdimiento por su estilo literario.

He de confesar que no sigo al personaje, pero, mira por dónde, unos colegas acaban de enviarme el escrito de réplica a “Somos de Primera”, firmado por tres decanos. La prensa regional no publicó el ¿“despropósito”? de estos veteranos profesores, -miembros del Consejo de Gobierno-, que añadían al título inicial sólo una interrogación: ¿Somos de Primera? Claro que no es fácil que la murcia-profunda comulgue con un escrito que interpela al rector además de fútbol, de su compromiso con la LOU, de los ataques sufridos por dos investigadores críticos con el PHN, de la financiación de la inversión, de las partidas para sufragar el gasto corriente, etc.; y acaban estos lúcidos y osados decanos: “¿Busca algo en los extramuros de la UMU?”

Se equivocan los que dicen que un rector pueda buscar algo en extramuros. No es verdad. Si en algún caso, el sillón del poder va de oca a oca”, no es por ambición, sino por celo; pero no quiero desviarme del objetivo inicial. Cualquiera de los escritos de este rector, -hoy travestido en político de obras públicas-, no resistiría el filtro de cualquier medio de alcance nacional. Pero eso no quita para lo que expresan los decanos: “nuestro rector es uno de los personajes más conocidos del escaparate mediático regional”. Quiere decir que ha tenido que sudar la camiseta, aunque no ande muy fino en literatura.

Mira que he leído escritos de rectores a lo largo de más de treinta años en la Universidad Pública Española, y no he encontrado uno que resulte atractivo. Hace unos meses colgué en Internet el escrito del rector de Salamanca, (también “ex”), y hubo quien expresó su asombro ante aquella pieza literaria destinada más bien a sufridores, ociosos o masoquistas. Yo había leído ya a varios rectores, incluido mi ex-alumno el rector de Elche, y en general me parecieron, rebuscados, incomibles, y en ocasiones vulgares. Es verdad que no encontré ninguno que pudiera ser calificado de ñoño; pero, se te caen de las manos, y hace falta una buena dosis de heroicidad para llegar al final. Desde entonces sólo leo a un Rector, el de Venceréis pero no Convenceréis, que nunca fue “de oca a oca”. La riqueza del pensamiento de Miguel de Unamuno hace imposible que de su pluma pueda salir algo ñoño.

Propongo que se creen “unidades para enseñar a escribir” en el ICE, en los departamentos de Lengua y Literatura, y hasta en Cursos de Verano. El lenguaje y el estilo literario, hay que considerarlo como lo que es: un tema prioritario. Y difícilmente se podrá creer que la universidad progresa si no es venciendo el gusto por lo ñoño.