viernes, 27 de diciembre de 2019


 La hybris de los políticos                              

El término hybris, derivado de una antigua palabra griega, define la arrogancia y el desprecio por las opiniones de los demás que aqueja a quienes tienen poder. Se trata de un síndrome que afecta a muchos políticos. Pero no es una enfermedad sólo de políticos, sino de quienes tienen poder. Este síndrome está causando un montón de problemas en todo el mundo. Precisamente, la crisis global financiera tuvo en su origen mucha hybris. Hasta un análisis superficial de los líderes de algunos de los grandes bancos que se desmoronaron, o de los líderes políticos que intervinieron, pone de manifiesto que la hybris subyace a todo. 

Los investigadores británicos son quienes mejor han explorado las enfermedades de los dirigentes, y concretamente la hybris, término acuñado por el profesor Owen. La gente también sabe de su existencia, cuando dice «a ese se le ha subido el cargo a la cabeza» o «no hay quien le diga nada». Hay un desorden narcisista de la personalidad de cuyo espectro  el síndrome de hybris forma parte. 

Señalaré dos casos no comparables, pero en alguna medida víctimas de hybris: el presidente del Gobierno regional y el alcalde de Murcia. El Presidente responde a multitud de problemas de forma hybrística. Intenta con frecuencia  fingir que no hay problema. El sentimiento de impotencia y la desesperanza de los ciudadanos se los debemos a la hybris. 

El Alcalde de Murcia es una víctima en estado avanzado de esta enfermedad. Va de imagen pero su larga  gestión en la administración pública ha puesto de manifiesto   que padece hybris. Esa gestión bien merece una reflexión serena y respetuosa, que dejamos para más adelante 

Son muchos los afectados por esta enfermedad. Los hombres de las finanzas, políticos o altos ejecutivos suelen padecer en algunos casos hybris. Es necesario por tanto,  alertar a tiempo, establecer bien el síndrome y tomar medidas.

En estos casos no hay que buscar exculpaciones a su comportamiento. Si ocupan un cargo hay que juzgarlos con los criterios más estrictos. No hay ninguna obligación de presentarse a un cargo democrático, pero quien lo hace, tiene que actuar con la mayor transparencia.

www.josebuendia.blogspot.com


lunes, 23 de diciembre de 2019



COMO EL OLIVO
Pidió que le asignáramos una Olivera Centenaria en el Paraje Cortijo Blanco. Y muy cerca de Atenea hay una placa en el tronco de "Henar", que nos indica  que es ella su protectora. No pienso quitar la placa aunque  esté huérfana la olivera. Mi amiga tenía especial querencia a las Centenarias; y yo he tenido el privilegio de compartir  ilusiones, palabras y ternura.

Henar es el nombre del Olivo.
Recuerdo las largas conversaciones  en la Universidad de Salamanca, los paseos  en Laguna de Contreras, las divertidas  sobremesas, donde no faltaban las bromas y chanzas propias de quienes han aprendido a tomarse la vida con el necesario sentido del humor para que todo resulte más llevadero. Descanse en paz más allá de donde se oculta el Sol.  


domingo, 22 de diciembre de 2019


Democracia Morbosa

“Que el Futuro no me sea Indiferente”. Esto dijo el Alcalde, cuando por dos votos logró  hacerse con el Sillón . Hubo un descanso de 15 minutos después de la primera vuelta; lo suficiente para “comprar” los dos votos que faltaban. Yo, profesor novel, no me enteraba del todo.  Más adelante,  he contemplado el nauseabundo mercadeo que se llevan los políticos. Y este Alcalde es “político”, en el mejor de los sentidos.

Y lo que está ocurriendo ahora es “Cultura de la Obscenidad”Democracia Morbosa, le llamo yo. Por dos votos, puedes "destruir" al adversario.

El término Demos, derivado de una antigua palabra griega, define al gobierno del Pueblo, pero  nuestros regidores no son de fiar, por su adicción al Poder. Este Alcalde es un ejemplo a seguir.

“La democracia funciona mejor con políticos salidos por sorteo”, decía Aristóteles, cuando veía cómo la política era acaparada por unos profesionales que iban a lo suyo. Estos mercaderes han olvidado que están de paso, que son perfectamente prescindibles, que sería fácil encontrar en un sorteo alguien que les iguale.

Post Data:
Nos queda los tres Jinetes de “esa Unidad de Destino en lo Universal”, que ha resucitado el fascismo.


viernes, 13 de diciembre de 2019



SU GENEROSIDAD CAUTIVÓ A MUCHOS

Generoso, interesante, atractivo, espiritual, artista,  un ser sensible, fuera de lo común... No ahorran calificativos los que le conocieron o fueron alumnos suyos, para describir al profesor de Arte, Javier López Navarro, que era diferente.
“En estos momentos mi corazón sufre al saber lo que le ha pasado y de qué forma”, escribe una profesora. “Siento su muerte, porque de alguna forma revivo una parte de mi vida  con Javier, al que conocí como un ser espiritual, con la seguridad de que existía más vida...”

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más... Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Yo he sido una de esas personas que ha vivido demasiado sensatamente cada minuto de su vida. Claro que tuve momentos de alegría, pero si pudiera volver atrás, trataría de tener solamente buenos momentos. Si no lo sabes, de eso está hecha la vida, sólo de momentos. Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principios de primavera y seguiría así hasta concluir el otoño. Contemplaría más amaneceres, jugaría con más niños, disfrutaría más de los paisajes naturales, de las noches de luna, del encuentro con personas profundas e íntegras, si tuviera otra vez la vida por delante… Es el perfil de un hombre crítico con esta sociedad frívola y estúpida. Sus hijos José Javier y Rocío tienen  un guía. Otra vez oigo las mismas cosas: “Javier era un hombre muy atractivo y con una conversación muy interesante”, “nada dogmático…” “En algún lugar se encuentra su energía”, me dicen.

Era un viernes  por la noche sobre las doce menos diez. Los que presenciamos el accidente, sufrimos mucho. No hay derecho, no hay derecho..., me decía yo a mí mismo. Alguien me envió un correo: “espero que al menos no sufriera y su agonía fuera rápida. Lo siento por sus hijos, sufría mucho por ellos”.
Ha sido noble, excesivo, formidable, imposible, grande generoso, singular, profundo, extraordinario… Bien puede decir ahora Javier, con toda razón: “Confieso que he vivido”.

Con motivo del juicio celebrado el pasado día 8 de Enero de 2013, (han condenado al principal causante del atropello), recobra especial relieve la muerte del profesor López Navarro. Publiqué entonces una columna, con el título “Maldito Tranvía”, pensando amargamente que la desgracia había sido también para mí. Hoy, día aireado y airado de Enero, meditaba yo en estos “juegos” de la vida que nunca pude entender, cuando de repente recordé al generoso y espiritual artista, que se fue tras de su  sueño.