martes, 18 de agosto de 2015

Federico ejecutado por la significación literaria y humana de su compromiso.  La noche del 17 al 18 de agosto de 1936
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas…  
Federico García Lorca
Grito hacia Roma
 

martes, 4 de agosto de 2015

TODAS LAS DEUDAS SE PAGAN

“Todos los plazos se cumplen y todas las deudas se pagan”, dice Zorrilla por boca de Don Juan. Por lo visto, hay deudas,  que aún no se han pagado. Algunos hablan incluso de “cadáveres en el camino”, no en sentido físico, sino psicológico o político. A renglón seguido, piden que no dé su identidad, “dado que los envites recibidos no han sido, ni inventados ni pequeños”.

Pero, ¿es cierto que alguien, -con determinada cuota de poder-, ha dejado “cadáveres en el camino”? No me lo creo. Pero si es así, debe pagar sus deudas cuanto antes. De lo contrario se encontrará  con lo que en Psicología llamamos “el Retorno de los Muertos”: La víctima retorna amenazante una y otra vez. 
No son invenciones mágicas o cuentos chinos, sino algo que tiene lugar en el mundo interno del agresor. Me estoy refiriendo a una persecución psicológica, y por lo tanto omnipotente ante la que no es posible escapar.

En la literatura, en el cine, y el arte en general,  aparece el fenómeno de forma persistente y reiterativa: Antígona con su insistencia en una demanda incondicional: el entierro apropiado de su hermano; el padre de Hamlet, que vuelve de la tumba con la demanda de que el príncipe vengue su muerte; y los acontecimientos traumáticos de la Guerra Civil, el Holocausto o el Gulag son casos ejemplares del retorno de los muertos.
Las sombras de las víctimas, continúan persiguiendo como muertos-vivos.

Pero, ¿por qué vuelven? La respuesta es que no están bien enterrados. Su retorno materializa una  deuda simbólica. Y no hay más remedio que pagar esa deuda. 

Ajenos a estos planteamientos,  algunos acumulan deudas enormes a costa de la gente. Estos abusadores, trepas y aprovechados olvidan que “Todos los plazos se cumplen y todas las deudas se pagan”.