sábado, 16 de julio de 2016



Amistad  o  Poder 

El desarrollo humano ofrece dos alternativas,  la Amistad o el  Poder. El Poder conduce a un Yo con ideología de dominación, y  la Amistad  conduce  al misterio de la existencia, al  sentido de la vida.
Itaque, non aqua, non igni, ut aiunt, pluribus locis utimur quam amicitia”. (De amicitia VI,22). “Ni el agua, ni el fuego son más útiles que la amistad”; dice  Cicerón   en el De Amicitia. (Ni el Aceite, ni el Vino son más necesarios que la amistad, me atrevo yo a decir).

Gracias a los amigos recibimos auxilio cuando nos faltan palabras para medir la altura de la alegría o del dolor. Su mirada tiene un inagotable poder reparador. La amistad es sabiduría. Estoy hablando no de una “amistad” interesada y convencional, sino de una experiencia radical de gratuidad. El que encuentra un amigo, tiene un tesoro. 

La amistad para que tenga efecto, requiere de un cultivo diario, como los Olivos que cultivamos. Por eso no es posible tener muchos amigos. La amistad requiere intimidad. 

La verdadera gramática de la vida es el compartir. En este sentido, la Escuela inglesa de Psicología Clínica señala como criterio de Salud Mental, la capacidad de Dar y Recibir. El que no da nada, no es una persona sana. Todos tenemos algo para dar. Saber recibir también pone de relieve la calidad de persona.