Amistad
o Poder
El desarrollo humano ofrece dos
alternativas, la Amistad o el Poder. El Poder conduce
a un Yo con ideología de dominación, y la Amistad conduce al
misterio de la existencia, al sentido de la vida.
Itaque, non
aqua, non igni, ut aiunt, pluribus locis utimur quam amicitia”. (De
amicitia VI,22). “Ni el agua, ni el fuego son más útiles que la amistad”;
dice Cicerón en el De Amicitia. (Ni el Aceite, ni el Vino son
más necesarios que la amistad, me atrevo yo a decir).
Gracias a los amigos recibimos
auxilio cuando nos faltan palabras para medir la altura de la alegría o del
dolor. Su mirada tiene un inagotable poder reparador. La amistad es sabiduría.
Estoy hablando no de una “amistad” interesada y convencional, sino de una
experiencia radical de gratuidad. El que encuentra un amigo, tiene un tesoro.
La amistad para que tenga efecto,
requiere de un cultivo diario, como los Olivos que cultivamos.
Por eso no es posible tener muchos amigos. La amistad requiere intimidad.
La verdadera gramática de la vida es
el compartir. En este sentido, la Escuela inglesa de Psicología Clínica señala
como criterio de Salud Mental, la capacidad de Dar y Recibir. El que no da
nada, no es una persona sana. Todos tenemos algo para dar. Saber recibir
también pone de relieve la calidad de persona.