miércoles, 23 de febrero de 2011

UNA PREGUNTA

Me preguntan algunos que ¿por qué escribo? Es verdad que mi persistencia en los medios merece una explicación. Puedo decirles que escribo por las siguientes razones:

1. Para no enloquecer. Escribir es para mí la única respuesta sensata a una situación demencial. He contraído el vicio de mirar la realidad, y necesito el escudo de la escritura para protegerme de ella.

2. Por el placer de incordiar, sólo posible con personas queridas. Escribir es lo único que puedo permitirme para garantizar mis mejores sentimientos. La relación con los amigos de ayer, que son los enemigos de hoy o de mañana, me lleva a escribir historias, para poder comprender.

3. Porque un grupo de lectores me refuerza con sus mensajes y llamadas. Es verdad que sin pretenderlo, se ha formado un círculo de lectores de entre diversos colectivos.

4. Porque quiero contribuir al Cambio Social. No me interesa para nada el cambio político; si viene, bien venido sea; pero si no va acompañado de una transformación de las creencias, de las actitudes y de los valores, de poco sirve que cambien quienes ocupan los cargos. Ya hubo cambio político en la Región, y seguimos cabalgando sobre la Cultura del Chipirripirrín. El carácter radical de la crisis que atraviesa la Cultura Regional pone de manifiesto que lo que está en juego son las ideas más incuestionables, el horizonte de nuestros significados, nuestra comprensión cotidiana de la vida como un proceso racional, regular y rítmico. ¿Cuándo seremos capaces de salir de ese universo cerrado y autista, en el cual los ruidos sin significado reproducen el sentido básico de la crisis?
Todavía han de ir con la cabeza baja en esta Murcia profunda, -tan acogedora para las personas que vienen de fuera-, quienes no comulgan con el "discurso" y con las propuestas que salen de San Esteban o de Acisclo Díaz. Su influencia es tanta que lo impregna todo: el deporte, los toros, la música, los conciertos, la gastronomía, los libros, todas las actividades de ocio y hasta los cada vez más frecuentes desfiles procesionales.

Mi compromiso por el Cambio Social, desde hace años, me lleva a crear opinión pública sobre temas que considero importantes, aunque sean considerados delicados o peligrosos. Tal vez este sea mi sino. Un columnista de un diario nacional me ha dedicado uno de sus comentarios con motivo de los síndromes que padecen los políticos. Este columnista acaba diciendo que “se trata de un hombre inteligente...y por eso peligroso”; ambas cosas son falsas, como saben muy bien quienes me conocen.
Yo siempre seguiré escribiendo; sencillamente porque me encanta y me produce placer; pero también porque tiene efectos saludables para el cambio del statu quo. Escribiendo, pretendo ayudar a unos, incordiar a otros, y provocar la sonrisa de los más cautos.

sábado, 19 de febrero de 2011

¡Bienvenidos al tercer mundo!



Les propongo intercambiarnos sueños y palabras. Cuando llaman los solos de la vida, solos de contrabajo y contratiempo, no es posible seguir como si nada.
Les propongo pararse a pensar en medio de tanta "cantinela".
Les propongo que la palabra deje de estar amordazada.
¿Será la crisis una oportunidad para ver el mundo de otra forma?

Unas cuestiones sobre la Crisis:

PRIMERA. Una crisis económica es el detonante de ciertas patologías, ¿cuáles son las más frecuentes?

SEGUNDA. ¿Qué atemoriza realmente al hombre -o mujer- en estos casos?

TERCERA. Es un hecho que algunas de las obras más valiosas de la humanidad se han hecho desde la miseria. ¿Podrías dar alguna explicación a este hecho? ¿En qué contextos el hombre se hace más creativo?

CUARTA. Vemos que muchas personas se anquilosan en sus puestos de trabajo, cuando todo transcurre con normalidad. ¿Asistiremos, a partir de estos tiempos revueltos que ahora vivimos, a una explosión de ideas, de obras literarias, vuelta a la espiritualidad o nuevas corrientes de pensamiento?
En cualquier caso, ¿qué lecciones positivas puede sacar el ciudadano de una crisis?

En la psicología de cada persona no existe un progreso verdadero sin discontinuidades, como ésta, en las que logramos ponernos en tela de juicio a nosotros mismos. Sumidos en “la política del ladrillo”, (made in Spain, ésta no se debe a EE.UU), en una sociedad “robotizada” sin “educación para la ciudadanía”, viene como agua de mayo la crisis.

Quiero que me entiendan bien: Yo no la quiero, pero llegó. Como una necesidad de novedad, de frescura, de vuelta a empezar. Al destruir nuestras certezas sobre la especulación y riqueza para todos…, todo se vuelve nuevamente imaginable. Nos habremos vuelto ligeros, sencillos, decentes.
¡Bienvenidos al tercer mundo!

lunes, 14 de febrero de 2011

Perder el Tiempo

Cuando Dios hizo el tiempo, lo hizo todo, dice un refrán irlandés. “El tiempo es oro”, “no tengo tiempo”, “matando el tiempo”, “perder el tiempo”, “ganar tiempo”. Todos acosados por el tiempo. El tiempo vuela y se convierte en un tesoro inalcanzable. La posibilidad de ganar tiempo preocupa al hombre desde hace mucho, y no solo porque el tiempo es dinero, sino porque el tiempo es el producto de un arte divino.

Actualmente el tiempo tiene una prioridad máxima porque el tiempo es libertad. Y, por ello, “no debemos desperdiciar el tiempo”, “debemos ser puntuales”, debemos diferenciar el tiempo del trabajo del tiempo del ocio... El objetivo es su aprovechamiento intensivo, de forma que se utilice la división en segmentos cada vez menores del tiempo para producir, acumular y organizar las capacidades.
Nuestra actitud frente al tiempo es un reflejo de nuestra actitud frente a la vida, y también respecto de nosotros mismos. Una persona con una agenda repleta de citas y encuentros, aparece como una persona importante. Y cuanto más dificultades tenga para fijar una fecha, más se eleva su importancia. Quien pone fechas dispone del tiempo de los demás, y quien permite a otro disponer de su tiempo está en posición inferior. Son muchos los que se han convertido en seres inquietos, impacientes, irritables por su actitud ante el tiempo. Otros por el contrario son personas tranquilas, sin prisa al parecer, disfrutan del momento sin mirar el reloj. ¡Qué diferentes sensaciones produce una entrevista realizada por Jesús Quintero a la que puede hacer un Carlos Dávila !. La consulta de un psiquiatra o la de un terapeuta de orientación analítica expresan distinto valor del tiempo y sobre todo una actitud diferente.

Cuando alguien me dice que no tiene tiempo, que le gustaría hacer deporte, escuchar música o pasear, pero no tiene tiempo, entiendo perfectamente el mensaje. Siempre hay tiempo para lo que uno quiere, y si es interesante lo que quiere, ese tiempo produce una gran satisfacción: “Te recuerdo Amanda… son cinco minutos, la vida es eterna en cinco minutos…”.

El tiempo en nuestra sociedad va asociado al aumento del dinero y al incremento de la producción y la velocidad; por eso “el tiempo es oro”; pero también es estrés, insomnio, ansiedad, depresión y otros muchos trastornos ¿Dónde está el tiempo para los niños, el tiempo para los amigos, el tiempo de ocio?
Parece que el ser humano sólo puede ser feliz sin el tiempo. El hombre aspira a ser inmortal en la “alegría que quiere la eternidad” de Nietzshe, en “detente, eres tan bello” de Goethe, en la bienaventuranza de los cristianos, o en el Eros de Platón y de Freud. La felicidad sólo se produce en la huida del tiempo. Y con el tiempo parece pasar lo mismo que con la felicidad, que no se reduce sino que se multiplica al compartirlo.

martes, 8 de febrero de 2011

Modelo S.O.S. contra la Crisis


Las circunstancias económicas han traído consigo un aumento en la inseguridad laboral por un lado, y por otro el desempleo que se está convirtiendo en el principal problema para determinados colectivos de trabajadores, y con especial gravedad en el caso de los emigrantes. Estas situaciones constituyen un foco de preocupación constante que aumenta los niveles de estrés.

Frente a los tratamientos farmacológicos, hemos ideado, el profesor Ramos de Salamanca y yo mismo, el modelo S.O.S., que apela a la inteligencia y a la voluntad de las personas y de la sociedad para buscar soluciones. En este momento en que se ha disparado el número de desempleados, hay que fomentar el espíritu de supervivencia, al igual que hicieron nuestras abuelas en épocas peores; mejorar la organización de los recursos que existen, algo que recae en las administraciones, partidos políticos y empresas; e impulsar la solidaridad entre los más necesitados, intentando ayudar a las ONG que apoyan a las personas que peor lo están pasando. No hay que psicologizar ni psiquiatrizar la crisis económica, como se está haciendo en algunos casos, cuando sólo se habla de atención psicológica a los desempleados. En su lugar proponemos un modelo que exija esfuerzo de todos los colectivos profesionales y sociales, y de los propios afectados.

La actual crisis económica, psicológica y social se nota en el aumento de los cuadros de estrés crónico, ansiedad y depresión, y que también se está viendo una mayor vulnerabilidad física en las consultas de atención primaria. Hay un repentino paso de la sociedad del bienestar a la del malestar, que afecta profundamente a personas que pasan del todo a nada. En vez de fármacos, a los afectados hay que darles técnicas de: supervivencia, organización y solidaridad. Estos tres términos comprimen en las siglas S.O.S. una serie de técnicas y de acciones que constituyen el modelo que hemos ideado.

Estamos convencidos de que aplicar internacionalmente S.O.S. podría ayudar a paliar el sufrimiento emocional de los desempleados, cuya mejor medicina será disponer de estrategias eficaces para reincorporarse a la vida laboral.
La primera S de las siglas se refiere a las técnicas de supervivencia y solución de problemas en la que hay que entrenar a los afectados para resolver su situación. Hay que pasar de las lamentaciones a ejecutar planes de acción con eficacia, eficiencia y efectividad. Este punto concitaría la intervención de todos los profesionales que puedan solventar problemas clínicos y laborales, con una perspectiva individual y familiar. A veces bastará con una buena orientación laboral; otras con que el individuo fortalezca su resiliencia.

Tras la O se aglutinaría la organización de recursos y de medios disponibles de todas las instituciones, así como la necesidad de coordinarlas a nivel mundial.
La última S define la necesaria solidaridad social. Es una llamada a colaborar económica y humanamente con los más desfavorecidos. El apoyo social constituye la variable más importante para amortiguar los efectos del estrés.

sábado, 5 de febrero de 2011

Devoción, Poder y Lágrimas

El obispo le dijo al alcalde

quita el baile,

y el alcalde fue y lo quitó.

Se casó la hija del alcalde

y hubo baile hasta las dos…

Coplilla popular

Ante la adversidad, lo mejor es rezar. “La oración todo lo alcanza”, y si no a las pruebas me remito ¿hay mayor logro que el poder? Lo consiguieron sin mérito alguno, gracias a sus plegarias. Las tres figuras de mi novela tienen algo en común: rezan hasta la extenuación, lloran a lágrima viva y les fascina el sillón. Mendoza tiene unas prácticas de piedad tan asombrosas que para mí las querría yo. Ballesta sabe conjugar con fervor, de rore coeli y de pingüidine terrae. Y el Alcalde implora desde el trullo a todos los santos, consiguiendo de nuevo el sillón del poder ¿No les parece mágico? “Quiero que Dios y sólo Dios dicte sentencia”. Son palabras de alcalde.

Los tres dedican tiempo a llorar, produciendo reacciones de ternura y compasión en crédulos e incautos, que son cantidad. Mendoza se estremece ante su obra, y le provoca llanto el estipendio que generosamente llega como el maná desde la Glorieta. Sin afán de lucro ha montado su universidad, (el Vaticano se la adjudica), que le da cien vueltas a todas las de su entorno ¿Cómo si no Concejales y Consejeros sin estudios superiores, asistirían a sus aulas en busca de un título prestigioso? Estos ejecutivos, con largos años de servicio en la política regional, han sabido escoger la excelencia, cuando ya tienen garantizada, de por vida, la decencia.

Por su parte, Ballesta pasará a la historia no por el Aeropuerto, sino por el Aquarium, una obra imprescindible que ha venido a engrosar las arcas de la universidad pública. Este hombre es un fuera de serie incluso cuando se pone a llorar. Durante los ocho años de mandato, no abandonó la hacienda. Investigó más que nunca, quitándose horas de sueño ¡que duda cabe!, ya que el cargo de rector apenas permite publicar. Unos colegas me pasan el currículum que ha cosechado durante esos años, y les aseguro que impresiona. Quieren estos veteranos profesores, -miembros del Consejo de Gobierno-, que sea mi pluma quien dé a conocer las maravillas de un personaje que abandonó la academia demasiado pronto ¡Una gran pérdida para el avance del conocimiento!, pienso yo. Sin embargo insisten en que fueron otros “científicos” los que hacían el trabajo, cuando él se dedicaba, con tanto acierto, a la difícil tarea de gobernar. Esta conducta de dudosa legitimidad yo no me la creo, viniendo de un personaje que reza.

A la tercera figura de esta santa trinidad, ya no le quedan lágrimas. El Centro Penitenciario de Sangonera quedó purificado con lágrimas de Alcalde, que por “error judicial” se convirtió en su retiro ¡Las lágrimas de alcalde no son lágrimas cualquiera! Ahora, la gente le aclama y vitorea con razón. “El pueblo siempre lleva razón” ¿Acaso un hombre que reza, puede llevarse la pasta?

En definitiva, líderes muy distintos, pero con vidas ejemplares. Los tres tienen lo que hay que tener: devoción, poder y lágrimas. Y el misterio de su eficacia no es otro que: A Dios rogando y con el mazo dando.