domingo, 19 de diciembre de 2010

Llamada Perdida

Tengo una llamada perdida, es la frase más corriente entre los que llevan móvil, es decir todos. De momento no se sabe quién llama, o si se equivocó de número, o tal vez no quiere gastar de su tarjeta y lo que pretende es dar un aviso para que le llamen. Pero puede significar muchas cosas más: te pueden invitar a una quedada con el pedido incluso de pásalo o póntelo; o puede que te estén convocando para que te manifiestes quién sabe donde. Lo más probable es que sea la llamada perdida de algún político.

Estas llamadas suelen tener lugar a destiempo y a media luz: cuando vas al volante, entras a clase, o estás en éxtasis con una nueva experiencia durante el fin de semana ¡Un sobresalto inútil!, por culpa de algún pesado.

Yo no hago caso a las llamadas perdidas, por lo que pueda pasar. Un día me llamaron a La Habana para tomar la cerveza en las Cristaleras de Alfonso X; contesté al teléfono, y ¡cara cerveza! Otra vez, no es broma, fue en Moscú hace unos meses; y cuando marqué ese número, ilusionado ante alguna noticia importante de mi tierra, o bien de alguna entrevista con los hijos de Putin; resulta que era mi vecina Lola, que había perdido las llaves.

En fin, que no acepto llamadas perdidas, a no ser que vengan del Más Allá; y ahí incluyo al ángel de la guarda, a un amor imposible que tuve en mi juventud (era mujer), al espíritu de mis progenitores, a Ratzinger, Sigmund Freud o el juez Garzón. Y poco más. Ya me gustaría a mí hablar con Isabel la Católica para preguntar por qué le llaman Católica; o con María Magdalena para saber de una vez si es ella la del cuadro de Leonardo; aunque no hay duda de que es ella la que está a la derecha del Maestro durante la cena, diga Da Vinci lo que quiera.

Esta llamada perdida, sí la respondería gustoso, a pesar de los costos por tan larga distancia. Me encanta el papel de esta mujer apasionada, siempre entre dos luces, defenestrada sin contemplaciones por el machista de Tarso; pero erótica, voluptuosa, sensual, es decir creyente de otra vida. Ahora, ¡lo que son las cosas!, La Magdalena constituye el último tabú para tantos “meapilas” que frecuentan sesiones interminables en innumerables sectas.

A pesar de este capricho mío, no hago caso de llamadas perdidas. Me ha dicho mi médico que no tome disgustos, y el teléfono da muchos. No es preciso añadir que se trata de un médico tímido, pacífico y del Opus. Gracias a este médico pacífico, he empezado a relacionarme con la gente como si estuviera otra vez pidiendo permiso para vivir. Él me ayuda a prevenir males físicos, pero hay que reconocer que a cambio estoy perdiendo altruismo, previsión de futuro y sentido del humor. Por lo que al final, no hago caso de nadie, ni siquiera del médico.

He decidido jugármela, y probar todo lo bueno ¡Qué bien se queda uno, cuando desobedece! No tendré éxito, pero disfruto. En adelante seré un rebelde con causa, por supuesto; es decir, un ser humano que ha logrado librarse del éxito, que generalmente convierte a quien lo alcanza en un cretino. Eso sí, con innumerables llamadas perdidas entre dos luces.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Shakespeare y el Aceite de Oliva

¿Qué tomas para desayunar?
Hoy quiero proponerte algo: Un buen desayuno es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta el estrés y los problemas que tienes en el trabajo, en tu familia y en las relaciones sentimentales ¡Escúchame bien!, llevas una vida muy acelerada, y el estrés puede acabar pasándote factura.

Yo tengo muy claro lo que hay que hacer. Primero, dile a esa persona que te pisa el callo: “Mi médico me ha dicho que no tome disgustos”. Después, cuida el desayuno. Debes tomar tostadas con aceite de oliva virgen extra, a ser posible ecológico. Algunos de mis amigos lo toman, diariamente; y desde entonces ¡mano de santo!, se sienten bien y pueden con todo. Yo les auguro diez años más de vida. Claro que hay un secreto que voy a desvelar porque me interesa tu salud, también la psicológica: Se trata de poner más cantidad de aceite que de tostadas.

Ahora piensa un poco en las tostadas, que la cosa también tiene su intríngulis: las tostadas constituyen la delgada línea que separa a miles de jóvenes solteros de la muerte por inanición. Cuando algunas madres le dicen a sus chicos que hagan tres comidas al día, a menudo se traduce en tres rebanadas de pan de molde bronceadas en la tostadora, con diversos y grasientos ingredientes; claro que no le ponen aceite de oliva, ecológico, virgen extra, ¿lo he dicho bien?

Yo prefiero el pan normal, -no de molde-. Y no acabo de entender por qué algunos le quitan la corteza al pan. Estas personas ignoran dónde reside el verdadero placer. La gracia de las tostadas está en que sean crujientes, costrosas y crustáceas. Puede que hacer tostadas parezca fácil, pero no lo es; y esa es la razón de que nadie pueda hacerlas como a ti te gustan. Si están frías, son algo muy triste, y nos ofrecen una pequeña visión de la muerte, de algo que has conocido cálido y reconfortante, y ahora está frío y rígido.

Si este pensamiento te deprime, mete otro par de rebanadas de pan blanco, -el pan moreno no es tan bueno como lo pintan-, bien doradas, crujientes al tacto, y a continuación empapadas en aceite ¡Esto es cocinar! Y es la razón de que los solteros prefieran las tostadas con aceite, a la cocina de los restaurantes de lujo. Desayunar tostadas con aceite de oliva, es como leer a Shakespeare, que no cansa nunca.

viernes, 26 de noviembre de 2010

SE PRECISA LÍDER

Así de escueto es el anuncio que acabo de poner en la prensa nacional: “Se precisa Líder para conducir a un pueblo desconcertado. Abstenerse políticos que hayan demostrado su incapacidad, o bien un interés muy desinteresado”. Después señalaba personajes o personajillos que deben abstenerse: De Cospedal, González Pons o Pagín ,entre otros. Confieso que ha quedado redondo este anuncio; al menos eso dicen algunos lectores en sus correos.

Por si era poco, hoy día 26 de Noviembre he tenido el placer de hablar largo y tendido con un alcalde, del PP como es natural. En esta tierra es quien parte el bacalao. “La gente necesita líderes, y en este momento no los hay”, dice este alcalde ¡Pero hombre, que un ilustre militante de ese grupo piense que su líder, no es líder, y De Cospedal tampoco, es demasiado para el cuerpo! Y no veas cómo puso a Esperanza, Pepiño y sobre todo a Zapatero. Ni siquiera a Aznar lo consideraba líder, sólo buen gestor. Sin embargo admite el liderazgo de Felipe. “Contamos en muchos casos con directivos decentes, pero líderes no”, dijo este edil, en un tono propio de quien tiene poder.

Empezaba ya a molestarme el estilo pontifical del regidor que con toda seguridad no tendrá bemoles para hablar de esta forma en San Esteban, y mucho menos en algún medio de comunicación. Fue entonces cuando puse una nueva figura sobre la mesa con el fin de desmontar la valoración negativa que mi hábil interlocutor iba haciendo de todo dios: ¿Y qué me dice de Trillo, le espeté. Tiene una trayectoria impecable. Pacificó Perejil, trajo en sólo unas horas no sé cuántos cadáveres desde Turquía, y más que hubiera habido. Y su papel en el caso Gürtel es encomiable…

De pronto tuve la sensación de que había traspasado todos los límites. Lo noté nervioso, y temí que interpretase mis palabras de forma adecuada. Se inclinó hacia la izquierda en su sillón de alcalde, respiró profundamente y concluyó con una frase que no admite la menor duda: “Pues qué quiere usted que le diga”.

Al salir se agolpan en mi mente las figuras de Mandela, Gandhi, Lula,… Camino por el centro urbano de la ciudad, y voy masticando bajito, casi sin darme cuenta, casi alegre, algo aliviado, las mismas palabras: Se precisa Líder.

jueves, 25 de noviembre de 2010

ESTRÉS EN TIEMPOS DE CRISIS


Las circunstancias económicas han traído consigo un aumento en la inseguridad laboral por un lado, y por otro el desempleo que se está convirtiendo en el principal problema para determinados colectivos de trabajadores, y con especial gravedad en el caso de los emigrantes. Estas situaciones se convierten en un foco de preocupación constante, aumenta el riesgo de padecer depresión, cardiopatías, y hasta cáncer en muchos casos. Estamos, pues, ante un tema que requiere una especial atención.

Se hace necesario analizar detenidamente la problemática profesional con sus implicaciones financieras, políticas y familiares que el adulto responsable vive solitariamente y que descarga injustamente sobre su propio cuerpo y bienestar personal. Es urgente, en estos momentos, el entendimiento de la organización del trabajo y los modos de relacionarse que tan directamente influyen en la producción de la salud personal.

Para ello, es necesario modificar el sentimiento de impotencia. Cuando un hombre culto se resigna y acepta la superioridad de los hechos sobre las ideas ha empezado a estar enfermo. Pero si por el contrario, parte del convencimiento de que la esencia del ser humano es el conocimiento, el futuro aparece infinitamente abierto.

¿Asistiremos, a partir de estos tiempos revueltos que ahora vivimos, a una explosión de ideas, de obras literarias, o nuevas formas de pensamiento? En cualquier caso, mientras los “líderes” arreglan la crisis económica, que ellos mismos han creado, ¿qué lecciones puede sacar el ciudadano de una situación de crisis? Es un hecho que las obras más valiosas de la humanidad se han hecho desde la miseria.

La vida siempre te acaba acorralando, y la salida es estar despierto.

viernes, 29 de octubre de 2010

LA HYBRIS DE LOS POLÍTICOS

El término hybris, derivado de una antigua palabra griega, define la arrogancia y el desprecio por las opiniones de los demás que aqueja a quienes tienen poder. Se trata de un síndrome que afecta a muchos políticos. Pero no es una enfermedad sólo de políticos, sino de quienes tienen poder. Este síndrome está causando un montón de problemas en todo el mundo. Precisamente, la crisis global financiera tuvo en su origen mucha hybris. Hasta un análisis superficial de los líderes de algunos de los grandes bancos que se desmoronaron, o de los líderes políticos que intervinieron, pone de manifiesto que la hybris subyace a todo. Normalmente el patrón lo marca el jefe ejecutivo, pero puede extenderse desde el mando hacia toda la compañía, de forma que se observa hybris colectivo.

Los investigadores británicos son quienes mejor han explorado las enfermedades de los dirigentes, y concretamente la hybris, término acuñado por el profesor Owen. La gente también sabe de su existencia, cuando dice: "a ese se le ha subido el cargo a la cabeza" o "no hay quien le diga nada”. Hay un desorden narcisista de la personalidad de cuyo espectro es posible que el síndrome de hybris forme parte. Por eso es necesaria la alternancia en el poder. Ocho años son más que suficientes para estar en el cargo.

Señalaré dos casos no comparables, pero en alguna medida víctimas de hybris: El presidente del Gobierno y el Alcalde de Murcia. El presidente del Gobierno recibió un enorme respeto público cuando accedió al cargo, asumiendo las opiniones de la gente, y muy concretamente sobre la Guerra de Irak. Pero después ha respondido a multitud de problemas de forma hybrística y emocional. Cometió un error de juicio con la crisis económica. Intentaba fingir que no había problema, y la gente ahora no se fía. El sentimiento de impotencia y la desesperanza se lo debemos al “hybris” de Zapatero. Han tenido que intervenir los “barones” del partido para que haga caso a alguien ¡Ojalá no sea demasiado tarde!

El Alcalde de Murcia es una víctima en estado grave de esta enfermedad. Intentó disimular cuando el juez imputaba a la cúpula del Urbanismo, en el problema de las Nuevas Condominas, el Real Murcia, el Tranvía etc., y cometió un error de juicio necio cuando la movilización ciudadana de San Esteban. La actitud hibrística de Miguel Angel Cámara le lleva a perderse en los momentos en que hay que dar explicaciones y estar con la gente. El presidente Valcárcel, con mejor olfato político, ha tenido que estar al quite, dejando en ocasiones al alcalde fuera de juego. La gente ya no se fía del alcalde, en este momento bajo mínimos.

Son muchos los poderosos afectados por esta enfermedad. Los hombres de las finanzas, políticos o altos ejecutivos, con una actividad frenética y a la vez cargada de responsabilidades en conflicto, suelen padecer en algunos casos hybris. Es necesario, por tanto, alertar a tiempo, establecer bien el síndrome, y tomar medidas. El líder todopoderoso, el que lo sabe todo, el que no se rebaja a consultar con nadie ni a informarse es el que va a cometer más errores.

En estos casos no hay que buscar exculpaciones a su comportamiento. Si ocupan un cargo hay que juzgarlos con los criterios más estrictos. No hay ninguna obligación de presentarse a un cargo democrático, pero quien lo hace, tiene que actuar con la mayor transparencia.

domingo, 17 de octubre de 2010

LOS JUEGOS DE LOS MURCIANOS

ARTÍCULO DE MANOLO ESTEBAN

Ya he saludado en mi vida varias décadas, con uvas y sin ellas, y he tenido que pasar, a veces bruscamente, de lo más primario a lo más elaborado. He de reconocer que ambas dimensiones tienen algún encanto, algo por descubrir.

A mi regreso a Murcia, tras una prolongada estancia en la ciudad de las luces, me volví a encontrar con lo primario en el más genuino sentido del término. Me volvía a mi infancia en la que recordaba juegos que, a falta de tecnologías, inventábamos de manera muy directa y primaria. Recuerdo que jugábamos con pelotas de trapo y papeles enrollados; con chapas de botellas, recortes de cajas de cerillas o viejos y desgastados tacones desprendidos de nuestros propios zapatos cuando los había.

Otra línea más creativa eran los juegos de aventuras. Siempre con un tanto de riesgo para la integridad porque la sola seguridad de entonces era la pobreza, todo tipo de pobreza. Las cucañas sobre el río daban con los huesos de los jugadores en el agua cuando no en alguna ciénaga tras la persecución de un pollo medio muerto y seco; los saltos cada vez de mayor altura en las acequias no siempre terminaban felizmente; desde luego, lo de imitar a los animales, los más animales, a veces con una perfección superior a la de los propietarios de tales atributos, rebuznar, saltar como canguros, gritar como chorlitos, comer avaramente todo tipo de fruto del campo o huerto, conocido o no, entretenía nuestros ocios vacíos de mayores aspiraciones y nos unía más directamente con una naturaleza agreste, primaria y conformista.

Recuerdo otro juego que, décadas después, me lo recuerdan las actitudes y comentarios de los “prohombres” murcianos. Se trataba de intentar, en medio de una “melé” provocada colocar a otro de los jugadores alguna pieza de algo, mejor cuanto más desagradable o maloliente, y que él debía descubrirse en sí mismo y endosar a otro sin que éste lo percibiera. Todo este juego –un poco zafio- se hacía al grito casi unánime de ¡“burrico caliente que lleva la peste y no la siente”!. Siempre perdían quienes eran incapaces de descubrirse su propia carga.

Hay que reconocer que las tradiciones murcianas y sus juegos han evolucionado con el paso del tiempo y adaptado a nuevas formas y condiciones.

Al término de la cucaña ya no pende un pollo medio muerto sino ¡un jamón! a veces hasta ibérico del Pozo; Los agujeros que llamábamos “guás” que servían para nuestros juegos de canicas ya se han sustitudo con la tecnología por pozos de los que aflora agua- caramba ¡qué sorpresa!, sin que tenga que pasar por el fielato de los regantes; Ya no se imita a cualquier animal en los juegos de fiestas populares; se ha reservado este arte para imitar sólo a los burros, especie noble y callada en vías de extinción y que gracias a estos torneos se asegura su existencia vicaria en los más destacados artistas populares murcianos con apoyo de sus ayuntamientos o consejerías. ¡Qué refinamiento! El mismo que ha sustituido el lanzamiento de piedras y otros objetos apuntando a botellas vacías que después los palestinos trasladaron a su guerra con los vecinos agresores israelíes en sus “intifadas” por lanzamiento de huesos de oliva. Ciertamente este refinamiento será merecedor en un futuro del reconocimiento de “juego olímpico” una vez practicado por el alcalde Cámara, otros políticos y haber sido apoyado para que sus promotores lo presenten , con la sorpresa global, en Pekín e incluso en Nueva York donde la medición de la fuerza se tuvo que hacer hacia arriba por razones obvias apoyados en la pared del “Empire State Building”. Asimismo, se ha procurado un entorno más civilizado y culto a los entretenimientos rurales en las fiestas de comilonas y bebida abundante. El Bando de la Huerta, el Entierro de la Sardina procura el entorno fino, urbano y civilizado para que todo eso pueda suceder de manera socialmente encomiable y segura mediante la previsión de los medios como ambulancias, policías, limpieza rápida aunque costosa para que no se pierdan ocios y entretenimientos tan propios y se les genera a los jóvenes entornos alternativos al botellón.

Pero me pregunto ¿cuál ha sido la réplica culta y moderna del “burrico caliente”?

He aquí que leyendo la prensa regional reconozco “un burrico caliente” -o varios pues abundan-. El presidente de los empresarios, señor del Toro, lamenta el posible daño que puede hacer a la Región el conocimiento de hechos presuntamente delictivos en la Gerencia de Urbanismo y próximos al Ayuntamiento. ¡Siempre es igual!, se lamenta este buen patrón de empresarios, con sana intención que le reconozco. Mejor ignorar “la peste” entre nuestros compañeros de equipo, ciudad, negocio o cualquier cosa. El progreso ,–sobre todo el que llega en globo desde Paramount, no puede frustrarse por mostrar imprudentemente unos “delitos de nada” que vaya usted a saber si se pueden probar. (¡Este gobierno de España”!) :Mejor esconder la “peste”.

Este último refinamiente es muy peligroso. Siempre se pierde.

martes, 12 de octubre de 2010

¿SEÑORITA O SEÑORA?

Las ministras de Zapatero han tachado de machista a Guerra, por haber llamado a Trinidad Jiménez “señorita”. “Señorita Trini”, dijo el diputado más erudito y mordaz del Hemiciclo, cuando quiso referirse al ganador de las primarias del PSOE.

Pero, ¿no fue Tomás quién gano? No, no; ganó también “la Trini”, “la Pagín” y Zapatero. Alfonso Guerra no comprende que en una competición puedan ganar todos, incluidos los perdedores; ¡el Alzheimer está cometiendo estragos en los políticos de la transición! Y ahora, Alfonso ha pasado de ser el compañero más ingenioso y capaz, a estar en el banquillo acusado de machismo. Bibiana Aído, Leire Pagín, De la Vega, Beatriz Corredor…, se han despachado a gusto, calificando el trato de “señorita” como una vuelta a la moral de la Enciclopedia Álvarez ¡Se han pasado las ministras!

¿Qué término es el adecuado para referirse a una mujer? ¿Y si es ministra? A mí me gusta el de “señora”. La Señora”, ¡qué bien queda! Pero no está tan claro, porque te pueden decir, como me ha ocurrido a mí: “señora no, señorita”. Muchas mujeres quieren que les llamen “señorita”. Y Alfonso Guerra, que sabe latín, para meterse con Zapatero, llama “señorita” a Trinidad Jiménez. Tomás Gómez es el currante, que con mucho esfuerzo ha organizado el partido. Y Trini es la señorita, que cuando todo está a punto, llega (la muy señorita), y dice que el puesto es para ella, porque es voluntad del jefe.

¡Y si llevara razón Guerra en este caso, con la expresión desafortunada de señorita! No lo creo, porque se trata de una mujer madura, culta y con poder. Y ¿cómo llamar a Leire Pagín o a la ministra Aído?, ¿ilustrísima, camarada, señora, excelencia, moza, tía, compañera...? El nombre, precedido de “doña” o de “tía” es lo que me gusta a mí. Lo aprendí de mi abuela: tía Carmen, tía Lola, tía María…, expresan ternura, cercanía y respeto, mientras “señoría”, “alteza” o “excelencia”, revelan, con frecuencia, hostilidad, desprecio o sorna.

Guerra ha cometido una falta: llamar señorita a una ministra, y además con retintín. Por favor, señorita no, señora. Lo de señorita hay que eliminarlo en el trato con la mujer, con cualquier mujer, aunque sea ministra. El mensaje que se transmite con señorita, es siempre despectivo.

jueves, 30 de septiembre de 2010

LA DEFENSA DE LAS LIBERTADES

Auto que debería ser difundido desde la Universidad, y en especial desde el Rectorado

La Audiencia Provincial ha dictado un Auto, (con motivo de las amenazas y agresiones a un profesor de la Universidad de Murcia), en el que tras la exposición del conjunto de hechos que han acaecido, describe magistralmente el deber ser inherente a la vida universitaria.

El fundamento jurídico sexto del referido Auto 493/2009, dice textualmente lo siguiente: “Desde un ámbito extraño a la Universidad se dirige un perturbador correo a persona en ella incardinada por su condición de profesor. Ello no le confiere ningún plus de protección penal, pero atrae inevitablemente sobre el ejercicio de su función categorías constitucionales que tornan más sensible la tutela judicial a dispensar, y más necesaria la garantía de indemnidad derivada del art 24.1 C.E.

Ello es así en la medida en que los hechos denunciados, no solo pueden representar una ilegitima constricción de la libertad individual, sino que también desde fuera de la institución pudiera en alguna medida erosionarse o perturbarse otro derecho de idéntica progenie y alcurnia constitucional, al anudarse a la función docente una prerrogativa no menos valiosa, el derecho a la libertad de cátedra, magnífico baluarte de la libertad ideológica del docente y de su derecho a difundir libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, en el ejercicio de esa función, y en relación con los contenidos valorativos de las materias sobre las que imparte su docencia, expresando libremente sus criterios, convicciones y posiciones discrepantes, sin que por ello haya que sufrir limitaciones, perturbaciones o injerencia alguna. Y si el docente es inmune a mandatos, imposiciones o directrices del propio sistema en el que se inserta, más lo ha de ser si las presiones son exteriores, y lejos de responder a legítimas o discutibles opciones de funcionamiento académico, constituyen un burdo y reprobable hostigamiento.

Fue ese espíritu de respeto y libertad, como el ideal humanista de Occidente, responsable en buena medida del formidable prestigio histórico alcanzado por algunas universidades europeas, en cuyos venerables muros encontraron hospitalario refugio heresiarcas, disidentes y proscritos de todas las ciencias y lugares que, huyendo de rigores dogmáticos o asperezas inquisitoriales, pudieron legar a la corriente fugitiva de las generaciones, hallazgos que aún hoy asombran y pensamientos y reflexiones que allanaron los caminos del saber.”

Algo muy diferente al deber ser, pone de manifiesto el fundamento jurídico quinto cuando analiza los hechos: las actuaciones reflejan el penoso itinerario de un angustiado profesor de edad provecta que, por hechos concernientes al ejercicio de su función, ve convertida la etapa final de su docencia en una escalada de sobresaltos”. Los datos periféricos a que alude, clarifican la discreta base indiciaria, con clara referencia al "entorno".

Esa, y no otra, es la causa por la que el referido profesor va a renunciar a la continuidad en el ejercicio de las acciones penales derivadas de los hechos delictivos.
Y esto cuando, como señala el fundamento jurídico séptimo, “existen indiciariamente hechos inductivos de responsabilidad penal y partícipe o autor de alguno o algunos de ellos”.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Libertad amenazada

El día que me jubile, diré adiós a esta institución tan entrañable. No será una jubilación más, (no habrá despedidas, ni invitaciones, ni palabras huecas, ni liturgia alguna), por la sencilla razón de que la jubilación real será el día antes de mi entierro). Seguiré activo, si cabe más que antes: jornadas, cursos, clases en América, y sobre todo escribir sobre lo que no se ve, o sobre que se ve y no se dice.

En este sentido, tuve la osadía durante los últimos años de poner al descubierto irregularidades académicas y contables, como las que tuvieron lugar durante el mandato del anterior rector, (¡hay que ver el silencio obsequioso que de forma irresponsable se ha prestado al tema!), y llegué al convencimiento de que la libertad de expresión y la libertad de cátedra, en la universidad, están amenazadas.

El estilo de decir lo que uno piensa, -en medio de tanto turiferario-, me ha acarreado satisfacciones sin cuento, gracias a la tolerancia y apoyo de los directivos de esta Escuela de Mandarines, que ya alcanzó la excelencia.

Pero la psicología que explico, ha generado discusión en algún momento. No es extraño, si tenemos en cuenta que está hecha de compromiso, apoyo social, autonomía, lucha contra la pobreza. No es apta, por tanto, para individualistas, trepas y tramposos.

Otros, por el contrario, hablan de “felicidad”, desde una psicología light ¿Felicidad? ¡Qué cosa tan superficial!

NOTA Conviene tener en cuenta el Auto 493/2009, que la Audiencia Provincial ha dictado sobre la libertad individual y de cátedra, a instancias nuestras. Darlo a conocer en el Campus es una forma de defender las libertades en el ámbito académico.