Así de escueto es el anuncio que acabo de poner en la prensa nacional: “Se precisa Líder para conducir a un pueblo desconcertado. Abstenerse políticos que hayan demostrado su incapacidad, o bien un interés muy desinteresado”. Después señalaba personajes o personajillos que deben abstenerse: De Cospedal, González Pons o Pagín ,entre otros. Confieso que ha quedado redondo este anuncio; al menos eso dicen algunos lectores en sus correos.
Por si era poco, hoy día 26 de Noviembre he tenido el placer de hablar largo y tendido con un alcalde, del PP como es natural. En esta tierra es quien parte el bacalao. “La gente necesita líderes, y en este momento no los hay”, dice este alcalde ¡Pero hombre, que un ilustre militante de ese grupo piense que su líder, no es líder, y De Cospedal tampoco, es demasiado para el cuerpo! Y no veas cómo puso a Esperanza, Pepiño y sobre todo a Zapatero. Ni siquiera a Aznar lo consideraba líder, sólo buen gestor. Sin embargo admite el liderazgo de Felipe. “Contamos en muchos casos con directivos decentes, pero líderes no”, dijo este edil, en un tono propio de quien tiene poder.
Empezaba ya a molestarme el estilo pontifical del regidor que con toda seguridad no tendrá bemoles para hablar de esta forma en San Esteban, y mucho menos en algún medio de comunicación. Fue entonces cuando puse una nueva figura sobre la mesa con el fin de desmontar la valoración negativa que mi hábil interlocutor iba haciendo de todo dios: ¿Y qué me dice de Trillo, le espeté. Tiene una trayectoria impecable. Pacificó Perejil, trajo en sólo unas horas no sé cuántos cadáveres desde Turquía, y más que hubiera habido. Y su papel en el caso Gürtel es encomiable…
De pronto tuve la sensación de que había traspasado todos los límites. Lo noté nervioso, y temí que interpretase mis palabras de forma adecuada. Se inclinó hacia la izquierda en su sillón de alcalde, respiró profundamente y concluyó con una frase que no admite la menor duda: “Pues qué quiere usted que le diga”.
Al salir se agolpan en mi mente las figuras de Mandela, Gandhi, Lula,… Camino por el centro urbano de la ciudad, y voy masticando bajito, casi sin darme cuenta, casi alegre, algo aliviado, las mismas palabras: Se precisa Líder.
Por si era poco, hoy día 26 de Noviembre he tenido el placer de hablar largo y tendido con un alcalde, del PP como es natural. En esta tierra es quien parte el bacalao. “La gente necesita líderes, y en este momento no los hay”, dice este alcalde ¡Pero hombre, que un ilustre militante de ese grupo piense que su líder, no es líder, y De Cospedal tampoco, es demasiado para el cuerpo! Y no veas cómo puso a Esperanza, Pepiño y sobre todo a Zapatero. Ni siquiera a Aznar lo consideraba líder, sólo buen gestor. Sin embargo admite el liderazgo de Felipe. “Contamos en muchos casos con directivos decentes, pero líderes no”, dijo este edil, en un tono propio de quien tiene poder.
Empezaba ya a molestarme el estilo pontifical del regidor que con toda seguridad no tendrá bemoles para hablar de esta forma en San Esteban, y mucho menos en algún medio de comunicación. Fue entonces cuando puse una nueva figura sobre la mesa con el fin de desmontar la valoración negativa que mi hábil interlocutor iba haciendo de todo dios: ¿Y qué me dice de Trillo, le espeté. Tiene una trayectoria impecable. Pacificó Perejil, trajo en sólo unas horas no sé cuántos cadáveres desde Turquía, y más que hubiera habido. Y su papel en el caso Gürtel es encomiable…
De pronto tuve la sensación de que había traspasado todos los límites. Lo noté nervioso, y temí que interpretase mis palabras de forma adecuada. Se inclinó hacia la izquierda en su sillón de alcalde, respiró profundamente y concluyó con una frase que no admite la menor duda: “Pues qué quiere usted que le diga”.
Al salir se agolpan en mi mente las figuras de Mandela, Gandhi, Lula,… Camino por el centro urbano de la ciudad, y voy masticando bajito, casi sin darme cuenta, casi alegre, algo aliviado, las mismas palabras: Se precisa Líder.