domingo, 30 de noviembre de 2008

HA MUERTO DE INFARTO

El estrés mata con mucha frecuencia, cuando no se controla. Los datos epidemiológicos muestran cómo las alteraciones cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental, por encima de los accidentes de tráfico y el cáncer. Las enfermedades cardiovasculares son responsables del 48% de las muertes en nuestro país. Cifras extremadamente altas.

Entre los factores de riesgo para el padecimiento de este tipo de trastorno cabe subrayar la hipertensión, el colesterol, el tabaco y la obesidad. Pero estos factores no explican ni mucho menos todos los casos de enfermedad cardiovascular, por lo que se comenzó a relacionar las enfermedades cardiovasculares y la personalidad de los pacientes que los sufrían. La investigación puso de manifiesto un tipo de conducta que se ha denominado patrón de conducta “tipo A”, que engloba a todas aquellas personas cuya conducta y estilo de vida están marcadas por las prisas, la hiperactividad y la agresividad. Son personas extraordinariamente competitivas que siempre van contra reloj. En el trabajo se muestran emprendedores, impacientes y agresivos. Suelen ser muy exigentes con ellos mismos y con quienes les rodean. Responsabilidades, decisiones, viajes y preocupaciones caracterizan este perfil.

Recientemente se ha puesto el acento en la hostilidad como el factor clave que puede llevar a trastornos cardiovasculares. Diversas investigaciones han puesto de manifiesto que la hostilidad es el principal predictor de los trastornos cardiovasculares. Parece ser que la hostilidad y la ira están asociadas con una variedad de características no calculables, tales como el apoyo social bajo y niveles altos de conflictos interpersonales en la familia y en el trabajo, que también podrían aumentar el riesgo de enfermedad.

Podemos señalar alguno de los factores de estrés que aumentan el riesgo de padecer un infarto:
.Marcada ambición por conseguir un estatus socioeconómico cada vez más alto.
.Estar inmerso en un ambiente competitivo.
.Nivel elevado de autoexigencia para alcanzar el éxito.
.Situaciones de estrés asociadas a sentimientos de fracaso o insatisfacción.
.Dificultad para adaptarse a las situaciones de cambio.
.Sensación de no soportar las cargas familiares.

Si una persona se siente atrapada en la espesa red de preocupaciones diarias, si la ira, la rabia y la frustración caracteriza el estilo de ánimo tal vez sea la hora de comenzar a tomar medidas para cambiar el estilo de vida.