Si escuchas a este personaje hablar, devienes de inmediato en una vida ejemplar.
“Creo en la vida eterna”, dice en la entrevista de Antonio Arco, el Consejero de Obras Públicas. Y es que está predestinado a seguir manejando el presupuesto desde el Más Allá.
“Soy un hombre feliz” dice más adelante, sin ningún pudor, el Consejero de Moda. Pero un Rector no puede ser feliz; y el personaje que nos ocupa, -hoy travestido en político-, jamás podrá alcanzar la “felicidad”. Otro día les explicaré por qué.