miércoles, 17 de octubre de 2012

LA MEDICINA DEL “CARDENAL”

El obispo le dijo al alcalde
quita el baile
y el alcalde fue y lo quitó.
Se casó la hija del alcalde
y hubo baile hasta las dos… 

                        Coplilla popular

Se trata de una Medicina integral que cura el cuerpo, el alma y la mente.  Los profesionales que salgan de esta Facultad,  tienen la garantía de la excelencia y la bendición neo-catecumenal. Los medios técnicos con los que cuenta la Universidad Católica también ponen de manifiesto que estamos ante un Centro de formación muy superior. Baste señalar en este sentido, una mesa digital de disección para las prácticas de anatomía que es única en España y de la que sólo hay dos en Europa, según el “Cardenal Mendoza”. Yo le llamo cariñosamente así, por su estrecha relación con Ratzinger. Y aunque no haya recibido públicamente aún el capelo cardenalicio, todos sabemos que ya es cardenal in pectore.

No se equivocó Mendoza cuando puso todo su empeño en la Medicina. Ha tenido problemas, infinitos problemas, porque a lo largo de varios años, nadie tuvo tiempo para escucharle. Pero al final, “se le apareció la virgen”, -como suele decirse-, el mismísimo Presidente del Gobierno Regional se convirtió a su causa, y el Consejero de Universidades, Ballesta, que anteriormente manifestaba su oposición a esa facultad, cayó del caballo y la defendió  con todas sus fuerzas. Para evitar problemas con sus colegas de la Universidad Pública, -como buen político- se ausentó y  envió su silenciosa determinación desde no sé bien qué aeropuerto. Por último, la ayuda del alcalde Cámara, mediante  dádivas y prebendas, le han convertido en un ser afortunado, y con fortuna.           
Mendoza es hoy un hombre muy poderoso, tal vez la persona más influyente de la Región de Murcia: empresario boyante, formador de todo tipo de profesionales, promotor de “Cultura progresista”, presidente del Foro “Nueva Murcia” conferencia de notables, y sobre todo un modelo de vida a imitar. Con catorce hijos y firmes convicciones religiosas, es capaz de provocar la admiración de las personas más influyentes del lugar ¡Qué lástima que no sea político, porque tendríamos resuelta la sucesión de Valcárcel, de Rajoy, o del rey Arturo”. Pero su reino no es de este mundo. La ambición desmedida de Mendoza, apunta a un objetivo muy superior, para el que no hacen falta votos, cuando se tiene la ayuda de los dioses.

Sin afán de lucro, ha montado su universidad,  la UCAM,  que le da cien vueltas a todas las de su entorno ¿Cómo si no, Concejales y Consejeros sin estudios superiores, asistirían a sus aulas en busca de un título prestigioso?  Estos ejecutivos, con largos años de servicio en la política regional, han sabido escoger la excelencia, cuando ya tienen garantizada, de por vida, la decencia.

Tal vez, un día no lejano, la facultad de medicina de la Universidad Pública, (UMU), se convierta en estatua de sal por falta de recursos, mientras “la Medicina del Cardenal” en la Colegiata de los Jerónimos, pervivirá atravesando “la irracionalidad y la intransigencia de los científicos”. Por estas y otras razones que aún no puedo desvelar, he decidido alistarme en esta vigorosa y moderna sociedad “cardenalicia” y gubernamental, que constituye el baluarte que nos faltaba.