Reencuentro con Sabores Perdidos
Hemos iniciado
los trabajos de recolección y molturación de la
Aceituna Royal, este año con cierta antelación, (Octubre 2013), debido
al clima. La recolección es la labor que culmina el proceso anual de cultivo y
cuidados del olivo. El alumbramiento de un aceite selecto, fragante, con aroma
fresco, a hierba verde, fruta y equilibrado en sabor, produce unas sensaciones
de satisfacción, deleite y embeleso. Estamos hablando de Aceite Royal de Oliveras Centenarias.
La aceituna royal es una
variedad autóctona de la comarca de la Sierra de Cazorla. No se produce en ningún otro lugar del
mundo y actualmente existe en mucha menor medida que la picual aunque
su importancia se remonta a varios siglos atrás cuando el olivo en esta zona
era principalmente de la variedad royal.
Esta época comprendería a toda la época anterior al s. XIX, porque
transcurrido este siglo entró en una etapa en la que el picual arrasó las hectáreas de royal, por ser más rentable. No fue hasta
mediados del s. XX cuando se frenó su tala y se intentó proteger
explotando de nuevo estos viejos olivos y elaborando coupages con los aceites picuales existentes.
Hay que señalar la exclusividad del aceite royal. Hoy
por hoy es muy poco el que se embotella como royal puro, de ahí que el precio de su botella sea muy elevado,
hablamos de 40€ el litro, algo realmente exclusivo. Es cierto
que quién está pagando estas cantidades por un litro de aceite, busca algo diferente. No está buscando un aceite
para su día a día, sino reencontrarse
con uno de esos sabores perdidos. Un ejemplo de trabajo por recuperar este zumo selecto de aceituna es el de la Cooperativa “Castillo
de Canena”.
En nuestro caso, el aceite
“Royal”, se obtiene de Oliveras Centenarias
del paraje “Cortijo Blanco”, en
el Valle del Guadalentín; y se comparte con amigos, o bien se utiliza el trueque, aunque sólo sea para
hacer pública nuestra disidencia con los mercados. En otros casos el receptor
participa en los costos de la elaboración. Eso sí, en las reuniones sobre la metáfora del aceite, están excluidos “políticos” y banqueros.