domingo, 14 de junio de 2015


Se va Cámara, viene Ballesta

Se trata de dos políticos dispuestos siempre a ocupar el sillón. Cualquiera de los dos gobernaría “la Ínsula” de maravilla.

CÁMARA ¡Qué lástima que tenga que irse tan pronto!, veinte años, y parece que fue ayer. Pero se gastó. Cuando la Guardia Civil, a través de la Unidad Central de Operaciones, irrumpía en la Gerencia de Urbanismo, el Alcalde se ocultó. Es su forma de estar, o de no estar.

Recuerdo todavía al pueblo de Sangonera caminando durante dos horas hasta la Glorieta, para hablar con su alcalde, pero no estaba. Y en San Esteban, cuando varios cientos de personas, (defendiendo de forma numantina los restos arqueológicos), le esperábamos, el alcalde nunca fue.
Me he preguntado en varias ocasiones, ¿por qué Cámara no recibió a los vecinos?, ¿por qué no se acercó a San Esteban?, ¿por qué no se personó en Urbanismo para dar una explicación a los ciudadanos?, ¿por qué se fue a la playa, dejando el conflicto del trasporte “ardiendo”? Tiene que haber un motivo. Pienso en razones psicológicas, o en variables económicas ¡Demasiado para estar y para no estar! 

  BALLESTA. Napoleón Bonaparte durante sus batallas, usaba camisa de color rojo. Pensaba que si era herido, no se notaría su sangre y los soldados seguirían luchando sin temor. Doscientos años más tarde, el nuevo Alcalde de Murcia, viste de azul-marino. Se sitúa así, más cerca de Catalina la Grande. “El Gobierno de Murcia no es vasallo de nadie”, dice en sus declaraciones. “Todos los gobiernos de la Región, han ejercido su papel de manera fantástica”. “Cualquiera que se encargue del aeropuerto, lo hará bien”… Y lo dice sin inmutarse. Ni siquiera una lágrima para estas gestas tan emotivas.

Estamos ante un político adicto y piadoso. Y como queda dicho, en sus batallas, siempre usa el azul-marino. Es el color que mejor expresa el vasallaje. No le gusta el poder, pero es su sino.  

“Creo en la vida eterna”, dice en la entrevista. Y es que está predestinado a seguir manejando el presupuesto desde el Más Allá.  “Soy un hombre feliz” dice más adelante, sin ningún pudor… Y encima, se presenta como peligroso: “Es temible, cuando se sale de madre”, dice.