Vientres
de alquiler
MADRID, 29
Jun. (OTR/PRESS)
Albert Rivera quiere dar cobertura legal a lo que cree
imparable: la maternidad subrogada. El líder de Ciudadanos cree que legislar
sobre la materia servirá para evitar abusos y proteger a todas las partes, a
las mujeres que alquilan sus vientres y a los futuros padres.
Rivera plantea pues que se debata en el Parlamento algo que sin duda tiene
una enorme trascendencia social. No me parece mal que se abra un debate serio y
profundo no sólo en el Parlamento sino en la sociedad. Es más, me parece
imprescindible ese debate, así que me van a permitir que explique mi posición
al respecto, que no es otra que la de estar en total desacuerdo con la
maternidad subrogada.
El cuerpo de la mujer no es un tubo de ensayo, no es un recipiente que usar
para satisfacer los anhelos de quienes aspiran a ser padres.
Quienes defienden los vientres de alquiler están defendiendo la
mercantilizacion del cuerpo de las mujeres, reduciendo el cuerpo a simple
recipiente. En definitiva es una utilización burda del cuerpo femenino.
En segundo lugar la mayoría de las mujeres que alquilan sus vientres lo
hacen por dinero. La maternidad no es un juego y llevar en las entrañas a un
hijo durante nueve meses supone la creación de unos lazos entre la madre y el
hijo. Me parece terrible que haya quienes crean que el cuerpo de una mujer es
poco más que una incubadora.
Sinceramente no creo a esas mujeres que dicen que no les importa parir
hijos para paliar las ansias de ser padres de unos desconocidos porque
curiosamente todas estas mujeres reciben una compensación económica.
Es una nueva explotación de la mujer. Una explotación aún más cruel y
grosera de las ya conocidas.
Hay mujeres que viven en la más absoluta miseria y que alquilan sus
vientres de la misma manera que otras personas deciden vender sus riñones:
porque necesitan dinero para sobrevivir.
Últimamente se ha puesto de moda que muchos famosos alquilen vientres de
mujer para ser padres. Tienen dinero para hacerlo, es decir, tienen dinero para
reducir a las mujeres a la consideración de objetos, de incubadoras.
A quienes desean ser padres y madres quiero decirles que hay millones de
niños en el mundo que no tienen a nadie, que pueden ser adoptados. Niños que
necesitan una familia, cariño, un proyecto de vida.
De manera que quienes quieren ser padres, si de verdad es eso lo que
quieren, pueden acudir a la adopción en vez de contribuir a la explotación de
las mujeres.
No puedo estar más en contra de la pretensión de Albert Rivera de elevar a
la categoría de normal la explotación del cuerpo de las mujeres. Espero que
cuando se debata su propuesta en el Parlamento ésta sea derrotada sin
paliativos.