martes, 28 de noviembre de 2017


La Cultura del Aceite



El alumbramiento de un aceite selecto, fragante, con aroma fresco a hierba verde, y equilibrado en sabor, produce unas sensaciones de satisfacción, deleite y embeleso. Estamos hablando de Aceite Royal de Oliveras Centenarias. 

La aceituna Royal es una variedad autóctona de la Sierra de Cazorla. No se produce en ningún otro lugar del mundo, y existe en mucha menor medida que cualquier otra variedad. Hay que señalar, por tanto, la exclusividad del Aceite Royal. Hoy por hoy es muy poco el que se embotella como royal puro, de ahí que el precio de su botella sea muy elevado. Es cierto que quién está pagando un  precio elevado, busca  reencontrarse con uno de esos sabores perdidos.
 
Nuestro aceite Royal, se obtiene de Oliveras Centenarias del  paraje Cortijo Blanco en el Valle del Guadalentín. Nosotros las cuidamos, como si tuvieran alma, que la tienen; y le damos  un nombre a cada una para defenderles de los señores del mercado y la motosierra. En el tronco de cada olivera con más de 300 años, hay una placa con su nombre: Generosa,  Atenea, Alborada, Santa, Galana,  Airosa, Bella, Aria,  Recatada, Delicia, Fortuna, Albina, Sultana, Areté, Betania, Encantada, Licenciosa, Henar, Ángela, Aurora, Albina, Alezeya…
 

Nos reuniremos para La Cata. Es una oportunidad. Quienes han tomado este aceite durante un tiempo, saben de sus propiedades: protege la salud,  ahuyenta los temores, expulsa el odio, trae la concordia  y promueve el deseo sexual. Su fuerza erótica es enorme.

Protegido por  Atenea,  a quien  puse el nombre. 

Los profesores Luis Galvez, Juan Sáez y Juan Carlos Sánchez, apoyados en las Oliveras que tienen adoptadas y a las que pusieron el nombre de Justiciera, Bella, o Airosa.