Los Olivos del Apocalipsis 11, 4-12
“Ellos son los Dos Olivos que están en pie delante del Señor de la tierra. Si alguien
quiere hacerles daño, perecerá..." Apocalipsis 11,4. Es el último libro de la Biblia,
cuya lectura encierra dificultades, pero escrito con un estilo expresivo y
vigoroso.
Dejando a un
lado la dimensión religiosa, -cargada de dramatismo en exceso-, resulta
divertido por su simbolismo. Simbolismo cósmico, aritmético, teriomórfico y
cromático. Es magistral la utilización que hace el autor de los símbolos para
lanzar su mensaje.
El
Apocalipsis siempre me sedujo, y yo me dejé seducir; entre otras cosas porque
su autor está “Loco”; y además se me invita
a la Cena: “Estoy a la puerta y
llamo. Si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él
conmigo” 3, 20.
El alcance psicológico de la Invitación a la Cena, es
enorme:
“La Cena que
recrea y enamora”, del poeta lírico, Juan de la Cruz.
“La noche
deseada, estando ya la Cena aparejada”, del universitario Tomás de Aquino.
Las Oliveras
Centenarias también invitan a la Cena.
Una Cena donde no falta ni el Aceite, ni el Vino.