jueves, 24 de enero de 2019



Los Olivos del Apocalipsis 11, 4-12

Ellos son los Dos Olivos  que están en pie  delante del Señor de la tierra. Si alguien quiere hacerles daño, perecerá..." Apocalipsis 11,4. Es el último libro de la Biblia, cuya lectura encierra dificultades, pero escrito con un estilo expresivo y vigoroso.

Dejando a un lado la dimensión religiosa, -cargada de dramatismo en exceso-, resulta divertido por su simbolismo. Simbolismo cósmico, aritmético, teriomórfico y cromático. Es magistral la utilización que hace el autor de los símbolos para lanzar su mensaje.

El Apocalipsis siempre me sedujo, y yo me dejé seducir; entre otras cosas porque su autor está “Loco”; y además se me invita  a la Cena: “Estoy a la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo” 3, 20.  
El alcance psicológico de la Invitación a la Cena, es enorme:
“La Cena que recrea y enamora”, del poeta lírico, Juan de la Cruz.

“La noche deseada, estando ya la Cena aparejada”, del universitario Tomás de Aquino.

Las Oliveras Centenarias  también invitan a la Cena. Una Cena donde no falta ni el Aceite, ni el Vino.