Democracia Morbosa
“Que el Futuro no me sea Indiferente”. Esto dijo el Alcalde, cuando por dos votos logró hacerse con el Sillón . Hubo un
descanso de 15 minutos después de la primera vuelta; lo suficiente para “comprar” los dos votos que faltaban. Yo,
profesor novel, no me enteraba del todo. Más adelante, he contemplado el nauseabundo mercadeo que se llevan los políticos. Y este Alcalde es
“político”, en el mejor de los sentidos.
Pero lo que
está ocurriendo ahora es “Cultura de la Obscenidad”.
Democracia Morbosa, le llamo yo. Por dos votos, puedes "destruir" al adversario.
El término Demos, derivado de una antigua palabra griega, define al gobierno del Pueblo, pero estos regidores no son de fiar, por su
adicción al Poder. Este Alcalde es un ejemplo a seguir.
“La
democracia funciona mejor con políticos salidos por sorteo”, decía Aristóteles, cuando veía cómo la política era
acaparada por unos profesionales que iban a lo suyo. Estos mercaderes han olvidado que están de paso, que son perfectamente
prescindibles, que sería fácil encontrar en un sorteo alguien que les iguale.
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Nos
queda los tres Jinetes de “esa Unidad de
Destino en lo Universal”, que ha resucitado el fascismo.