Zaplana y un
Rector de Murcia
Zaplana crea la
Universidad “Miguel Hernández”. Y para dotarla de contenido y prestigio, arrebata a la Universidad de Alicante la Facultad de
Medicina.
El entonces
rector, Andrés Pedreño, entendió que esta segregación forzosa, vulneraba el
principio de autonomía universitaria. Y se declaró “la guerra”. El momento más
tenso tuvo lugar en 1996. Zaplana desembarcó en el campus , arropado por
un amplio elenco de altos cargos del PP, dispuesto a presidir el acto académico
de la apertura de curso. Pero el Rector Pedreño, decidió negarle la presidencia
amparándose en el principio de autonomía universitaria. Zaplana montó en cólera y con su séquito, abandonó el
paraninfo.
La Conferencia
de Rectores (CRUE), el Consejo de Universidades y los rectores europeos
censuraron los métodos usados por Zaplana para crear una universidad. Pero fue inútil. Zaplana tenía mucho poder y
sabía usarlo. La Miguel Hernández (¡Mira que llamarle “Miguel Hernández” a la
de Zaplana!) tuvo como primer rector, a Jesús Rodríguez Marín, hermano del entonces
senador del PP Juan Rodríguez Marín.
Me interesó el
caso, porque yo mantenía una relación profesional con profesores de la Facultad
de Medicina, dispuestos a emigrar a
otras facultades con tal de no ir a Elche. Y eso hicieron.
Redacté entonces
un escrito sobre el Poder, que publicó EL MUNDO, en Tribuna. Pensaba yo, que
pasaría desapercibido, ya que estaba firmado por “un don nadie”. Pero no;
criticar la universidad de Zaplana y cuestionar al rector nombrado a dedo, no
era lo legitimado, y mucho menos si lo hacía un profesor de Murcia, de edad
provecta.
Es entonces cuando el
rector de Murcia, hoy alcalde, interviene.
Estaban preocupados en Convalecencia
por Jesús, “a quien el sillón le
viene grande”, había escrito yo,
entre otras cosas. Este rector había sido alumno mío, y cuando llegó la
fecha de los exámenes tuve un aluvión de llamadas de personas influyentes.
La regañina del rector
de Murcia se refería especialmente a
una frase de mi escrito: “mi exalumno el
Rector de Elche a quien el sillón le viene grande”
Me
cuentan que desde que se publicó este artículo en la prensa nacional es
nombrado en ambientes universitarios, como “a
quien el sillón le viene grande”. Nunca
pensé que mi modesta columna, pudiera llegar tan lejos.
Como es obvio, estoy apesadumbrado de haber
podido incordiar a unos rectores que saben como nadie, expresarse en clave de “estilo universitario”, es decir: sin
que se sepa, sin que se diga, sin que se note.
P.D
Este Poderoso Personaje vuelve a
ser Noticia. Que la Justicia le sea
leve.