lunes, 9 de marzo de 2020

  
EL HOMBRE DEL CUADRO

Dimensiones: 2.40 x 2.00

Inmenso, infinito, genial..., así es el Cuadro. Y, ¡lo que son las cosas!, retrata, precisamente, a un personaje  nada ambicioso… A partir de ahora habrá que ir de vez en cuando a Convalecencia, aunque sólo sea para contemplar al Rector del Cuadro. No en vano es de cuerpo entero: mide 2.40 x 2.00; es decir, tan grande como la gestión del personaje. 

Ya estuvo expuesto en el Museo de la Universidad, pero estuvimos impacientes, esperando que lo colgasen en un lugar más digno. Una nueva ruta de peregrinaje se abre para viajeros, bohemios y adictos al análisis no tanto de las obras de arte, sino de los personajes inmortalizados en ellas ¿Es posible viajar a París y no ver la Gioconda? Creo que no me equivoco al afirmar, que en adelante será prácticamente imposible visitar la Universidad de Murcia sin ver el Cuadro. 

¡Míralo, y dime qué ves! Se agolparán en tu mente imágenes sin cuento, referidas a la gestión económica, creación de nuevas plazas, promoción presurosa de los más fieles…, como nunca había ocurrido hasta entonces. Todos somos deudores, de quien pasó por estos sotos con presura, y yéndolos mirando, vestidos los dejó...
Alguien, -muy listo él-, graduado en Harvard, me habla del tamaño de los demás cuadros, ahora en situación de inferioridad; de la gestión de otros que también hicieron aportaciones inestimables..., pero no hay color. 
Miro de nuevo el Cuadro y sonrío casi sin darme cuenta, casi alegre, algo aliviado. Y mi sonrisa me acerca más a los cientos de ciudadanos bienintencionados , capaces de apreciar lo grande.
Perdimos un rector como se pierde un pájaro, pero  apareció  de pronto un Político Enorme. Alcalde por el PP y provisto de producción cientifica obtenida mientras era Consejero. Viene  dispuesto a dejar la Ciudad como dejó la Universidad, es decir limpia como una patena.
Hemos tenido suerte,  el Hombre del Cuadro  administrará de nuevo  vidas y haciendas.  Y, como queda dicho, su  habilidad para engrosar las arcas públicas,  es enorme.

Post Data: 
El profesor F.R.C,  estudioso del lenguaje no verbal,  ha contemplado el Cuadro  que reproduzco.  Y escribe lo siguiente:
Lo más enigmático del retrato es la cara, sobre todo la mirada. Este hombre solo ve con un solo ojo, el derecho. Su ojo izquierdo está sin vida, apagado, uno podría pensar que es tuerto.
El color de la cara nos invita a pensar que es amigo de cofradías y sociedades secretas, un gran vividor que busca en el poder dar rienda suelta a sus impulsos. Tal vez, en otro tiempo, le hubiera gustado ser virrey o príncipe de la iglesia…

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