viernes, 4 de marzo de 2011

AHORA NO SABEN QUÉ HACER CON ÉL

Gadafi no siempre fue así. En realidad, en sus primeros años hizo la reforma agraria y la nacionalización del petróleo , dedicando gran parte de los recursos a mejorar el bienestar social de las clases populares. Sus primeros años se caracterizaron por un intervencionismo del estado en la economía, que incluía la nacionalización del crédito a través del Banco Central Estatal. Y presentó aquella experiencia como la tercera vía entre capitalismo y el socialismo, asociado entonces a la Unión Soviética.

Esa tercera vía se transformó, más tarde, en capitalismo popular, desarrollando políticas públicas que cambiaron significativamente muchas de las reformas que había realizado en los primeros años de su mandato. Una de tales medidas fue favorecer la privatización de las empresas productoras y distribuidoras de petróleo, facilitando y estimulando la inversión extranjera, la cual alcanzó su máxima expresión en la década de los noventa. Los gobiernos occidentales compitieron para conseguir favores de Gadafi. El gobierno de Blair incluso liberó a los responsables del atentado terrorista del avión Pa Nam, que había ocurrido en territorio británico y Berlusconi realizó campañas de promoción de Gadafi . Y para no ser menos el Presidente Aznar primero, seguido de Zapatero y del propio Rey visitaron a Gadafi con una lista de ruegos e inversiones. Estas privatizaciones alcanzaron a la mayoría de las empresas públicas que -realizadas dentro de un sistema dictatorial- fueron acompañadas de una gran corrupción que enriqueció a los miembros de la familia Gadafi. Los cambios , alabados entonces por Aznar, se hicieron bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, en su último informe, señalaba el estado de la economía de Libia como muy bueno.

Lo que esta visión optimista de la economía libia ocultaba es que tales medidas, estaban dañando muy seriamente a las clases populares. La subida de los precios de los alimentos y la eliminación de los subsidios públicos crearon revueltas que precedieron a la última movilización. Al final la gente ha salido a la calle para exigir al dictador y a su camarilla el final del régimen.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las armas y equipamientos de represión que Gadafi tiene a su disposición fue suministrada por EEUU, Gran Bretaña , Francia y España. Hablar de Gadafi es hablar de corrupción y armas para adquirir petróleo por parte de poderes autodefinidos como defensores de los derechos humanos. Ahora no saben muy bien qué hacer.