martes, 26 de abril de 2011

“¿POR QUÉ NO TE PONES A TRABAJAR?”

Un despacho vacío, flores a la entrada y un libro de condolencias. El profesor Calvo de la universidad de Princeton EE.UU que dirigía el programa de lengua española y organizaba los cursos de verano de esa universidad en Toledo, se suicidó el martes 12 de abril. Era muy popular entre sus alumnos, que no comprenden cómo la universidad pudo echarle antes de que acabara el semestre.

El pasado ocho de abril un empleado le retiró las llaves de su despacho. Fue el último día de Antonio Calvo en un trabajo para el que vivía. Había dicho a varios amigos que un grupo quería desprestigiarlo. Sabía que se estaba haciendo una investigación en la cual se llamaba a varios colegas a hablar sobre él.

La Universidad ha venido manteniendo un silencio absoluto, dado que “las negociaciones contractuales son un asunto personal y que sus normas le impiden hablar de ellas en abierto”, declaró la portavoz. Tres días después del suicidio, el rectorado envió un correo a los alumnos diciendo que el profesor había muerto, sin dar más detalles al respecto.

Esa opacidad y la falta de una sola alabanza al profesor, provocó la ira de algunos estudiantes. Un alumno español ha difundido un escrito pidiendo explicaciones. "Hay un esfuerzo claro de suprimir información -a varios miembros del profesorado se les dijo que no podían hablar con Antonio después de que fuera suspendido". "¿Cuál es la política de la universidad para suspender o despedir a alguien?". La universidad de Princeton pertenece al selecto mundo académico del 'Ivy League', las ocho universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Ser alumno de Princeton es entrar en un exclusivo club al que se pertenece de por vida. Este año cuenta con Mario Vargas Llosa como lector invitado.

La dirección del centro acaba de dirigirse a la comunidad académica, asegurando que se ha cumplido con la normativa, y que la universidad no ha dado más información con el fin de proteger la intimidad del profesor. Pero tanto el despido como la muerte de Antonio Calvo continúa envuelto en un halo de misterio.

Parece que sus detractores utilizaron un comentario suyo a un alumno:"Te estás pasando mucho tiempo tocándote las pelotas ¿Por qué no te pones a trabajar", dicen algunos que dijo. Ya sea por desconocimiento del significado de esta expresión en lengua española, o por mala fe, el comentario se habría presentado ante la dirección de la universidad como un caso de acoso sexual.

Esto explicaría por qué un profesor prestigioso y tremendamente popular entre sus alumnos, fue despedido de manera fulminante. El viernes 8 de abril, se le obligó a abandonar su despacho, y ese mismo día incluso se le retiró su correo electrónico de la institución. La dirección del centro le convocó a una reunión el lunes 11, a la que Calvo debía asistir con su abogado. Pero no se presentó, y al día siguiente encontraron su cuerpo sin vida en su apartamento de Manhattan.

"Creo que hay algo que hicieron que no deberían haber hecho", sostiene Marco Aponte-Moreno, un amigo de Calvo con quien trabajó en Princeton, y que actualmente es profesor en la Universidad de Surrey, en Gran Bretaña. Este mismo sentimiento es compartido por muchos estudiantes de Princeton, que consideran que la institución no ha actuado de forma apropiada en todo el proceso.

El Dr. Calvo ha sido la víctima de un complot, que cada vez es más común en las universidades norteamericanas. El mobbing o acoso laboral está a la orden del día pero los mecanismos de defensa para el afectado son prácticamente nulos, sobre todo si está en el limbo laboral al no ser fijo; o lo que se llama "tenure", o debido a la imposibilidad de acceder a "tenure" por la categoría profesional, en este caso lecturer.

www.josebuendia.blogspot.com