miércoles, 18 de mayo de 2011

UN ALCALDE DE BAJO CONSUMO

Cuando la Guardia Civil, a través de la Unidad Central de Operaciones, irrumpía en la Gerencia de Urbanismo, el Alcalde se ocultó. Estaba viendo cómo era detenido el jefe de la Gerencia, e imputado el edil del área de urbanismo y “se perdió”.

No es la primera vez que se oculta en momentos críticos. Es su forma de estar, o de no estar. Recuerdo todavía al pueblo de Sangonera caminando durante dos horas hasta la Glorieta, para hablar con su alcalde, pero no estaba. Y en San Esteban, cuando varios cientos de personas, (defendiendo de forma numantina los restos arqueológicos), le esperábamos, el alcalde nunca fue.

¡Bien que le hubiera gustado al alcalde de Murcia estar con los vecinos en San Esteban; o con los agentes de la OCU mientras requisaban cajas fuertes de alguna sucursal bancaria, pero hacía falta gastar energía, y este alcalde es de bajo consumo.

Llevo tiempo dándole vueltas: ¿por qué Cámara no recibió a los vecinos?, ¿por qué no salió al balcón del Ayuntamiento a saludar, por lo menos?, ¿por qué no se acercó a San Esteban?, ¿por qué no se personó en Urbanismo para dar una explicación a los ciudadanos que seguían los acontecimientos, perplejos? ¿Por qué calló cuando la gente no hablaba de otra cosa? Tiene que haber un motivo… ¡Ya lo tengo! Los vecinos no son de fiar. Las asociaciones que reclamaban mejores servicios tampoco eran de fiar. El movimiento ciudadano en torno al yacimiento de San Esteban no merece confianza”; y las detenciones y registros de Urbanismo no invitan a quedarse; haría falta mucha energía. Yo, si fuera alcalde, también me hubiera ido, pero a mi casa.

Tiene que haber otras razones más poderosas para continuar en el sillón tantos años, con lo que está cayendo. Pienso en razones psicológicas como la personalidad, o en variables económicas muy importantes también a la hora de ocupar un cargo. Este hombre durante tantos años en el poder, ha creado un personaje con gran variedad de roles. ¡Mírale a los ojos, y dime qué ves!, los ojos de este político son muy elocuentes. Las famosas miradas siempre descendentes hacen de él una persona cercana y enigmática al mismo tiempo. Estamos ante un personaje muy peculiar y propio. Además, con el tiempo aprendió mucho: estrategias, riesgos, pactos… Se sabe todos los trucos ¡Demasiado para estar y para no estar!

Desconozco cualquier dato definitivo acerca de la “clausura” de Cámara. Imagino ocupaciones, le atribuyo impedimentos, busco voces, supongo olvidos… ¿Cómo deja a los ciudadanos a merced de rumores? ¿Cómo abandona a los suyos ante el “peligro”? El edil de Urbanismo, el presidente del Real Murcia o el jefe de la Gerencia tendrán culpa o no. Pero desde el punto de vista político, el principal causante de lo que ha pasado en Urbanismo es el Alcalde. Comprendo ahora su disimulo. Llegó a pronunciar una frase enigmática: “los registros le cogieron ni con sorpresa ni sin sorpresa". Un alcalde NI-NI, no se gasta. Su estrategia es de bajo consumo.

Mientras tanto, las reacciones han dejado al desnudo el alma murciana: vengadores, compasivos, generosos, hipócritas o empecinados, los ciudadanos, van emitiendo su veredicto. Cada murciano es un tribunal de apelación. Y para asombro de muchos, este alcalde puede durar una eternidad.