El día que me jubile
Diré adiós a esta Institución tan entrañable, “Escuela de Mandarines”. No habrá despedidas, ni invitaciones, ni palabras
huecas, ni liturgia alguna, por la sencilla razón que será el día antes de mi
entierro.
Yo no me jubilo, en la
actividad profesional de psicólogo, siempre desempañada de manera heterodoxa. La
psicología que explico dentro y fuera del Campus, no es apta para
individualistas, trepas y aprovechados. Está hecha de compromiso y apoyo
social.
El estilo de decir lo que uno piensa, -en medio de
tanto turiferario-, me ha acarreado “satisfacciones” sin cuento. Otros, hablan de “felicidad”, desde una
psicología light ¿Felicidad? ¡Qué cosa tan superficial!