Travestidos en Titiriteros
A veces da risa la democracia. Estos políticos que nos han tocado en suerte
también son humoristas. Pero la representación que nos ofrecen, no tiene
gracia. La tolerancia, el diálogo y el respeto están “titiritando”. Sentarse a meditar en silencio, es casi siempre lo
mejor que se puede hacer.
La vida es como una obra de teatro. Tiene tres actos. El primero es
sensacional, y viene a durar hasta los 40 años.
Luego viene el momento de responsabilizarse de algo. Esto dura un poco
menos. Dicen que unos 25 años.
Y el tercero es el más duro, porque resulta muy difícil mantener la
dignidad, en una sociedad, donde está muy mal visto ser viejo. La vejez es casi
una enfermedad.
La sociedad no está preparada para un aluvión de ancianos con frecuencia
incapaces de valerse por sí mismos. La familia que antes se hacía cargo de sus
mayores, prácticamente ya no existe, lo cual quiere decir que nos encaminamos
hacia una vejez solitaria, sin la presencia de cuidadores consanguíneos.
Y a todo esto son muchos los políticos, travestidos
en titiriteros, que nos quieren
gobernar.