lunes, 15 de febrero de 2016


Travestidos  en Titiriteros

A veces da risa la democracia. Estos políticos que nos han tocado en suerte también son humoristas. Pero la representación que nos ofrecen, no tiene gracia. La tolerancia, el diálogo y el respeto están “titiritando”. Sentarse a meditar en silencio, es casi siempre lo mejor que se puede hacer.

La vida es como una obra de teatro. Tiene tres actos. El primero es sensacional, y viene a durar hasta los 40 años.

Luego viene el momento de responsabilizarse de algo. Esto dura un poco menos. Dicen que  unos 25 años.

Y el tercero es el más duro, porque resulta muy difícil mantener la dignidad, en una sociedad, donde está muy mal visto ser viejo. La vejez es casi una enfermedad.

La sociedad no está preparada para un aluvión de ancianos con frecuencia incapaces de valerse por sí mismos. La familia que antes se hacía cargo de sus mayores, prácticamente ya no existe, lo cual quiere decir que nos encaminamos hacia una vejez solitaria, sin la presencia de cuidadores consanguíneos.

Y a todo esto son muchos los políticos, travestidos en titiriteros,  que nos quieren gobernar.

Lo malo es que dejan al  descubierto el carácter embaucador de ciertas proclamas que contribuyen a una vejez  deshumanizada.