jueves, 8 de diciembre de 2011

“VUELVE A CASA, VUELVE, POR NAVIDAD”

Ellos, ellos: tomaron los honores, vendieron los proyectos, guardaron los sillones, se fueron a destiempo. Y piden castigo ahora, para los que heredaron un partido roto. Los cuatro desmañados que quedan en Princesa no me parecen malos, si acaso aprovechados, adictos al sillón como sus adversarios. Y un inmenso error: no haberse ido antes.

Pensé amargamente que la tormenta desatada al final del campeonato, (8-2), se llevaría el barco, que yo había votado por tercera vez. Pero encontré sosiego ya que ellos “vuelven a casa, por navidad…”. La mujer de Collado, Miguel Navarro (el de Lorca), la María Antonia, Pepe Méndez, Cañizares, y un tal Enrique Amat, entre otros, súbitamente convertidos en “libertadores”, dispuestos a depurar responsabilidades, y a que dejen el cargo los inquilinos de la calle princesa.

Sí, sí que se vayan, como sea, a donde sea, y dejen paso a estos “re-fundadores”, capaces de dejar el partido como una patena, exactamente igual que cuando se fueron, es decir, exhausto.