Las ministras de Zapatero tacharon de machista a Guerra, por haber
llamado a Trinidad Jiménez “señorita”. “Señorita Trini”, dijo el
diputado más erudito y mordaz del Hemiciclo, cuando quiso referirse al ganador
de las primarias del PSOE.
Pero, ¿no fue Tomás quién gano? No,
no; ganó también “la Trini”. Alfonso Guerra no comprende que en una competición
puedan ganar todos; ¡el Alzheimer está cometiendo estragos en los políticos de
la transición! Y Alfonso ha pasado de ser el compañero más ingenioso y capaz, a
estar en el banquillo, acusado de machismo. Varias ministras se despacharon a gusto, calificando el trato de “señorita” como una vuelta a la moral de
la Enciclopedia Álvarez.
¿Qué término es el adecuado para
referirse a una mujer? ¿Y si es ministra? A mí me gusta el de “señora”. “La
Señora”, ¡qué bien queda! Pero no está tan claro, porque te pueden decir,
como me ha ocurrido a mí: “señora no, señorita”. Muchas mujeres quieren
que les llamen “señorita”. Alfonso Guerra, que sabe latín, para meterse con
Zapatero, llamó “señorita” a Trinidad Jiménez. Tomás Gómez es el currante, que
con mucho esfuerzo ha organizado el partido. Y Trini es la señorita, que cuando
todo está a punto, llega (la muy señorita), y dice que el puesto es para ella,
porque es voluntad del jefe.
¡Y si llevara razón Guerra en este
caso, con la expresión desafortunada de señorita! No lo creo, porque se trata
de una mujer madura, culta y con poder. Pero cómo llamarle, ¿ilustrísima, señora,
excelencia, moza, tía, compañera...? El nombre, precedido de “doña” o de “tía”
es lo que me gusta a mí. Lo aprendí de mi abuela: tía Carmen, tía Lola, tía
María…, expresan ternura, cercanía y respeto, mientras “señoría”, “alteza” o
“excelencia”, revelan, con frecuencia, hostilidad, desprecio o sorna.
Guerra cometió una falta: llamar
señorita a una ministra, y además con retintín. Por favor, señorita no, señora. Lo de señorita hay que eliminarlo en el trato
con la mujer, con cualquier mujer, aunque sea ministra. El mensaje que se
transmite con señorita, es siempre despectivo.