LAS AGUAS BAJAN AGITADAS
Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía…
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas…
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía…
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas…
Federico García
Lorca
Grito hacia Roma
Grito hacia Roma
Federico, conmovido por la
realidad de un mundo a merced de las cuentas de beneficios, maldijo en su
famoso poema un papado que se olvidaba del amor y se entregaba al Poder. La
iglesia oficial representaba sólo boato, grandilocuencia y soberbia. Para el
poeta, uno de los principales adversarios a combatir es la iglesia, con su papa
a la cabeza, (en aquellos momentos Pio XI había firmado con Benito Musolini el
tratado de Letrán, y bendecía las tropas que se preparaban para invadir
Abisinia). Pero en Lorca existe una profunda identidad con el Jesús que ama a
los pobres, cuida a los enfermos y predica la paz. Hasta hay un cierto
paralelismo en la forma de morir. Federico fue ejecutado por la significación
literaria y humana de su compromiso. Mientras los poderosos le rinden
pleitesía al Papa, tal vez sea bueno releer Grito hacia Roma de
este genial poeta, que nos recuerda la decencia frente a la máscara dominada
por el teléfono rojo.
Por mi parte, puedo decir, que he
estado en Roma, y tuve la suerte de desbrozar una plegaria junto a De Cospedal adornada
con mantilla y peineta, como dios manda. En ocasiones “el hábito sí hace al
monje”. Pero ahora no entiendo lo que dice esta poderosa mujer cuando se refiere a un tal Bárcenas, “en
diferido”.
Hoy, día 28 de Agosto, me
reconforta repasar lo que Ratzinger nos ha
regalado, graciosamente en tiempos de Crisis: Puestos de trabajo. Gran
inquisidor del Santo Oficio durante décadas, juez y “verdugo” de cientos de
teólogos, a los que castigó sin miramientos por disentir, ha promovido el
empleo entre los jóvenes, (kikos, Opus y legionarios principalmente). Hablando
con el “Cardenal” Mendoza, y con el beatífico rector Ballesta, a quienes esta
región debe tanto, expresaron con orgullo, -como perennes peregrinos bendecidos
tantas veces por Benedicto-, que las
visitas de Ratzinger han dado brillo a una región, escasa en agua, pero
abundante en procesiones.
El hombre vestido de blanco renuncia, mientras “las aguas bajan agitadas y Dios parece
dormido”. Esto nos ha dicho un Papa que ya no es Papa, sobre un Dios que nunca duerme. Y para más INRI vestirá de
blanco, conservará el nombre de Benedicto XVI, habrá que llamarle “santidad”
(¡qué cosas!), y de momento ocupa un palacio de los Papas. ¿Seguro que se ha
ido?
Y aquí estamos nosotros, en el
extremo de esta provisional secuencia. Aquí estamos tanteando alguna nueva
forma de tenernos de pie ante el acoso de unos políticos piadosos, que quieren imponernos de nuevo el
Nacional-Catolicismo, precisamente en nombre de El hombre vestido de blanco,
que ignora el misterio de la
espiga…