EL PODER DEL ORGASMO EN LOS POLÍTICOS
Querido Confidente:
Estoy vivamente impresionado por la visita de Carme Chacón a Cartagena, y especialmente por el entusiasmo que despertó su discurso entre los asistentes, según el cronista. Nos cuenta nuestro amigo Marcos Ros, en Facebook que “ha sido un auténtico placer poder presentar la conferencia de Carme Chacón, y disfrutar con sus argumentos y su visión sobre la actual crisis económica y política que estamos sufriendo”. “Y un verdadero lujo ver cómo el Salón de Grados de la Escuela de Arquitectura de la UPCT se ha visto abarrotado por alumnos, profesores y público en general que quería escucharla”… Hasta aquí su comentario en Facebook
Nuestro común amigo ha debido progresar mucho en "el arte del placer", hasta el punto de descubrir una
nueva fuente de erotismo: "...auténtico placer
poder presentar la conferencia de Carme Chacón" (el subrayado
es mío). Insiste Marcos en las sensaciones experimentadas durante el
acto: "disfrutar con sus argumentos".
En definitiva, "un verdadero lujo”.
No se dice, si fue en catalán o en castellano, pero no es un tema
baladí. Si en catalán, yo hubiera ido. Me encanta esa lengua. Oír catalán y
sobre todo hablarlo, me produce una emoción voluptuosa y sensual poco
corriente. No me extraña, por tanto, la complacencia y el gozo de Marcos Ros, arrobado mientras escuchaba a la ex-ministra catalana. Imagino sus sensaciónes como algo muy cercano a la experiencia orgásmica, pero interrumpida permanentemente
por los aplausos “del público en general que quería escucharla”.
Esta es la grandeza y la debilidad de los políticos: la aparición de un deseo
exprés, pero interrumpido por múltiples asechanzas, desiderium interruptum. Y además, su disfrute suele estar contaminado por la ambición desmedida
de poder.
Siento muy de veras no haber estado ayer en el ACTO, (¿se dice
así?), porque tengo unas ganas de disfrutar que no veas. Pero tal vez no
fuera el lugar más adecuado. Los políticos, en este momento
producen displacer y desencanto, la Chacón también. La capacidad orgásmica de un político, se
manifiesta en el poder que da el cargo, y ahora son muchos los que están
a la intemperie, despojados del deleite que origina el sillón.
Otra cosa muy distinta es la gozada del catalán, efecto que no ocurre en castellano. Durante mis
años de estudiante en Barcelona pude experimentarlo en exceso. Fui testigo -en
catalán por supuesto- de los más largos besos, y los más bellos espasmos de los jóvenes de entonces. En cualquier caso, Marcos encontró el placer
escuchando, viendo y presentando a una veterana en la actividad política, que
al mismo tiempo se ha convertido en joven promesa ¡Qué envidia tú!, poder estimular
el deseo con solo escuchar a la Chacón en catalán o en castellano, qué más da si eres político y estás en trance. Yo, por más que me esfuerzo, -escucho,
miro y remiro a la exministra-, no siento nada. He cambiado de
objeto, y ahora dirijo mi atención a otras ex-ministras o ministras en activo, pero
no me seducen ¿Me ayudarás, querido confidente, a resolver la falta de deseo?
Mientras tanto, ya me gustaría a mí que los políticos se callaran, incluidos Marcos
Ros y la Chacón; retirándose a los cuarteles de invierno, hasta recuperar la
capacidad de transformarse y de transformar.
Saludos
Saludos