domingo, 2 de noviembre de 2014


Todos contra Podemos

Difaman, insultan, calumnian... Pensé que era cosa del Director de la Razón, o de la Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, o de tantos cortesanos. Pero no, no; son de todos los colores quienes le niegan las condiciones de existencia.

Unos pertenecen a “La Casta”, y adictos al sillón, arremeten contra lo nuevo, que  consideran  peligroso. Otros, víctimas del engaño, expresan un miedo patológico: “Es que si mandan estos, nos quitarán las casas”, me decía un grupo de desempleados.
Y en consonancia con el temor y temblor que producen estos jóvenes utópicos, el establishement toma medidas: El Ayuntamiento de Murcia niega los locales a Podemos, un grupo de energúmenos les impiden reunirse en algunos pueblos; y la Universidad les reprocha el acto de La Merced. El comunicado del Rectorado lamenta que este acto haya tenido lugar: “Sólo elementales consideraciones de prudencia hicieron aconsejable no interferir en su desarrollo… En lo sucesivo, se tomarán todas las medidas que estén en nuestra mano para evitar que iniciativas o actividades no autorizadas distorsionen la normal actividad académica propia del Campus”.   ¡Olé mi Pepito!

Además, un filósofo anda suelto y se atreve a arengar  a jóvenes universitarios en horario lectivo. Ha tenido la osadía de decir que “la universidad se comporta como una vieja dama sometida a inercias e hipotecas, es una institución estancada y los cambios en el Rectorado son la misma cosa”. 


Yo no tengo vínculos con el filósofo, ni tampoco con Podemos, pero les miro con simpatía. Mi reconocimiento al profesor Jarauta, y mi felicitación a estos jóvenes que nos brindan un espacio abierto de discusión. 

Tengo el convencimiento que más temprano que tarde, quedarán desahuciados  esa panda de mediocres, trepas y aprovechados que llevan décadas instalados en las instituciones. A ello dedicaré  mi esfuerzo y mi trabajo.

Y la UMU que  podría convertirse en vanguardia con “una labor de escucha permanente de las demandas de los ciudadanos…, y la obligación de que sean oídas  por los dirigentes políticos y sociales” (1),  queda  reducida a una UCAM cualquiera.

  (1) Del discurso del Rector Orihuela “Nuestros sueños colectivos”, 20/5/014.