PSOE O PODEMOS
Es el dilema con el que se
encuentran muchos de los ciudadanos que tradicionalmente han venido votando a
los socialistas.
El PSOE no se tomó en serio el 15M. No aprendió nada. La prepotencia de sus dirigentes no permitió que
entraran los nuevos aires de los más
jóvenes. Hubo quien entre sus filas peleó porque se les escuchara, pero no le
hicieron caso. La demanda de cambios profundos: participación, justicia justa y
a tiempo, igualdad, transparencia..., se ninguneó. Y la gente, tras verse
asfixiada, y abandonada sintió que PSOE
era lo mismo que PP.
Es entonces cuando un grupo de intelectuales, cargados de ambición y ganas y de hacer bien las cosas, dicen que van a ganar: que se vayan los que mandan, no les queremos, no nos han escuchado, nos
roban, no nos representan…
Ha nacido PODEMOS. Y nosotros recobramos la esperanza. No sabemos todavía a
ciencia cierta cuál es el plan de estos
nuevos “libertadores”, no conocemos
al detalle su Propuesta de Futuro. Pero
ya no nos importa. Estos chicos tienen pinta de honrados. Nuestra
democracia está dejando de tener miedo a empeorar porque ya está destrozada.
Pero, como era de esperar, la respuesta del establishment ha sido definir a Podemos como un movimiento utópico, populista, con
ideas “irrealizables”; cuando, en realidad, la mayoría de sus propuestas son
muy razonables.
El PSOE ignoró a la gente, y la gente le ha dado la espalda.