miércoles, 26 de noviembre de 2014



El día que me jubile , diré adiós a una Institución muy entrañable, Escuela de Mandarines. No será una jubilación más: no habrá despedidas, ni invitaciones, ni palabras huecas, ni liturgia alguna, por la sencilla razón que será el día antes de mi entierro. Yo no me jubilo, y seguiré siendo un psicólogo heterodoxo.

La psicología que explico, no es apta para individualistas, trepas y aprovechados. Está hecha de compromiso y apoyo social. Otros, hablan de “felicidad”, desde una psicología light ¿Felicidad? ¡Qué cosa tan superficial!

P.D. El estilo de decir lo que uno piensa, -en medio de tanto turiferario-, me ha acarreado satisfacciones sin cuento.