Para
que Vuelva la Esperanza
Querido amigo Gaby. Nos conocemos hace
muchos años y hemos vivido experiencias comprometidas, bastante antes del 23F.
Con los años que llevas siendo leal a
unos principios, -por supuesto con errores -, estás llamado a jugar un papel de interés en
la política regional. Cuentas con algunos amigos, nosotros: Pedro, Ramón, Pepe,
Jesús, Juan, Manolo, Pilar, Paco, Alfonso..., y no muchos más. Escúchame bien: esto no tiene precio. Otros, -que
erróneamente queréis que sean compañeros de viaje en la recuperación del poder-,
sólo tienen súbditos a su alrededor... por la sencilla razón de que sólo
tienen poder. Cuando dejen el cargo no tendrán a nadie.
Permíteme que deje salir mi “deformación
profesional”: Cada uno es lo que hace;
y está demasiado claro lo que hacen, lo que son capaces de hacer algunos.
Me lo decía José Ramón ¡Ah, cuanto le echaré de menos! ¿Sabes
por qué? No
porque yo lo endiosara, no soy nada mitómano; sino porque no quería poder, ni
cargos, ni honores; y despotricaba, -al menos en privado-, contra mediocres y
aprovechados, que son legión. Los demás, -con honrosas excepciones, no
quiero ser injusto-, sólo quieren el "carguito" y a ser posible el sillón. También
esos, que apuntáis como salvadores. Dame uno con cordura y con arrojo y cambiamos la Región. No es retórica.
El Partido en el que algunos amigos militan, puede ser un instrumento para que vuelva la esperanza. La esperanza de cambiar las cosas, ¡ojo! primero cambiamos
tú y yo, y ¡dos granujas menos!
Créeme, amigo Gaby: si siguen así,
el PSRM será un partido residual o testimonial. Que no nos traigan locutoras, cazadores medievales o carrozas de “la Casa Grande”, sino un
socialista, sólo un socialista ¿Es mucho pedir?
Un fuerte abrazo