miércoles, 5 de octubre de 2011

¿NO ERES DEL BARSA?

Murcia 0 Barcelona 1

Escribo estas letras con un sabor agridulce, pero los alumnos que le apoyaron, seguro que estarán interesados en conocer el desenlace de la “película”. No es un buen Club el que deja ir a sus mejores jugadores sin contrapartida alguna. La noticia me llegaba desde Barcelona: acaban de reforzar su plantilla con un jugador de nuestra cantera: José Alberto.

Permítame el lector hablar de este fenómeno universitario en términos futbolísticos; es una forma de hacerlo más digerible. Ya quedan lejos las primeras fases de este hecho: un profesor se atreve a discutir las propuestas de su “jefe”, y a partir de ese momento se considera que ya no son necesarios los servicios del discrepante, aun cuando sean muchos los méritos docentes e investigadores ¡Profesores prestigiosos son forzados a irse fuera!; no es buen síntoma, pero es lo que hay. Muchos recordarán el caso de José Alberto, profesor de la Universidad de Murcia durante varios años, perseguido hasta extremos inimaginables. Yo también fui testigo de los hechos, y pude ver la “risa” de nuestro amigo como el balón, a puntapiés, al tiempo que expresaba su decisión de irse como sea, a donde sea, irse de aquí.

Y ahora se nos plantea, como en el fútbol, si ser “pelota” o “delantero”. ¿Debe decir uno lo que piensa en la Universidad? Por propia definición es el lugar de la libertad y de la universalidad de las ideas. Hacer universidad es algo más que conceder títulos. Es sobre todo aprender a pensar, considerar casi todo desde perspectivas múltiples, poder escapar de las prisiones ideológicas y encontrar la escapatoria de los callejones sin salida. Así lo entendió José Alberto, que contó con el apoyo de veteranos profesores.

Pero le faltó el apoyo y la decisión del “presidente del Club”... De ahí este nuevo fichaje: “sólo dos palabras para decirte que soy profesor de la universidad de Barcelona. Un abrazo muy fuerte recordando los apoyos que me prodigaste”. Así de escueto es el mensaje que me envía. Aquí, como en el fútbol, todo tiene un precio. Quienes están dispuestos a tragar con cualquier cosa, pueden trepar sin problemas hasta el final de sus días; de lo contrario, como en el caso de José Alberto, los amigos y los “enemigos” notarán su hueco. Y, como en el fútbol, también aquí se exige que canalicemos las emociones: camaradería, desconfianza, miedo, ira, gozo, satisfacción..., ante los resultados que arroja el final del campeonato: Universidad de Murcia: 0; Universidad de Barcelona: 1