miércoles, 19 de octubre de 2011

Universidad ¿Grande o Pequeña?

La comisión de expertos internacionales a los que el Ministerio de Educación encargó un diagnóstico de la situación de la universidad española, recomienda la "fusión estratégica" para mejorar la eficiencia. En esas nuevas estructuras resultantes se podría "experimentar con nuevas formas de gobernanza". El informe recomienda a las universidades que traten de "concentrar su actividad en áreas en las que destacan en lugar de intentar abarcarlo todo".

Habla también de la falta de conocimientos de inglés y de combatir la endogamia, a la hora de contratar profesorado. En este sentido señala que no se contraten doctores de la propia universidad sin que haya transcurrido un mínimo de entre tres y cinco años desde la finalización del doctorado.

Faltaba una “mudanza” en estos momentos de crisis financiera, para turbar la inalterable calma de las universidades españolas. Hoy (17 de octubre de 2011) no se habla de otra cosa en los Campus. En nuestra Región, los rectores -buenos chicos- ya han manifestado que están abiertos a posibles fusiones, “siempre que sea con respeto, que no haya colisiones ni se creen tensiones”, dice el rector de la UMU. “La universidad debe estar abierta al movimiento, siempre que sea para mejorar”, manifiesta el rector de la UPCT, en tono más resolutivo aún. En fin, que al parecer habrá boda. Y si se quiere elevar el pacto a la categoría de matrimonio canónico, para ello está el Cardenal Mendoza que bendeciría de mil amores el enlace entre Murcia y Cartagena. De la UCAM ni hablar, la iglesia no se casa con nadie.

No ocurre lo mismo en el panorama nacional, donde ya han advertido algunos Rectores que de fusiones nada. Pero ¿para qué sirve una fusión? En este caso, no se sabe muy bien. No se sabe muy bien. De momento la universidad sería más grande, ¿con el mismo personal e igual número de titulaciones? Aquí siempre funcionó la ley del “cuanti más”. Veremos.

A nivel internacional, por el contrario, las universidades más reconocidas son las pequeñas; se facilita la especialización y se consigue más fácilmente la excelencia. Aquí las prefieren grandes.

Hace unos días hablaba yo con profesores de la Universidad Carlos III de Madrid, y ellos son de la opinión de que se supriman algunas universidades. Donde no sea necesario, que se cierre, ¿qué sentido tiene montar una universidad por cada capital de provincia sin que haya suficiente población para ello? En la Comunidad valenciana, por ejemplo, se han creado en los últimos años dos más: la de Castellón y la de Elche, con duplicación de titulaciones, sillones y cargos.

Murcia ya se adelantó en su día a la creación de una nueva en Cartagena, tal vez justificada entonces. Y muy recientemente aparece Lorca también en escena, aunque sólo a nivel de centro universitario. Esta última iniciativa rectoral en un momento de crisis, no se entiende; a no ser para ofrecer un nuevo sillón a su incombustible decano-comisario.