CRISIS Y SUICIDIO
Cuentan los medios, que la Crisis, la maldita crisis, les había puesto completamente contra las cuerdas. Estaban sin trabajo, sin casa, y a punto de ser separados... Y los llamamientos de ayuda que habían lanzado, no habían dado ningún resultado. Así que el domingo pasado, un agente comercial que llevaba siete años en paro, y su mujer, que recientemente había perdido la casa en la que vivía, tomaron una decisión extrema: suicidarse y poner de ese modo fin a tanto sufrimiento.

La pareja escribió cartas exponiendo su terrible drama y su profunda decepción. Exhaustos de tanto esperar en vano, el pasado domingo el matrimonio decidió poner el punto final a su sufrimiento. Habían preparado su muerte con minuciosidad.

Con la crisis veremos un aumento de los suicidios en toda Europa, como está sucediendo en Grecia, donde ha crecido el suicidio en un 40%. Cuando una persona está sin trabajo, sin dinero, sin casa y sin posibilidad alguna de futuro, se le ocurren muy malas ideas.

Además, la sociedad actual se ha hecho fría y “competitiva” en el peor de los sentidos, carece de humanidad y calor, mientras despacha abundantes dosis de presión y desesperanza.

Yo abogo, desde aquí, por la solidaridad y el apoyo mutuo. En este momento, es urgente fomentar el espíritu de supervivencia, al igual que hicieron nuestras abuelas en épocas peores; mejorar la organización de los recursos que existen e impulsar la solidaridad, intentando ayudar a las personas que peor lo están pasando.

La actual crisis económica, psicológica y social se nota en el aumento de los cuadros de estrés crónico, ansiedad y depresión y todo tipo de trastornos. En vez de fármacos, hay que dar técnicas de supervivencia y solidaridad. Ejecutar planes de acción con eficacia.

Hay que organizar los recursos y medios disponibles de todas las instituciones; y promover el apoyo social, que constituye la variable más importante para amortiguar los efectos de un estrés de largo recorrido como esta Crisis.

Sólo hay un problema psicológico realmente serio, y es el suicidio.