INDECISO POR CONDOLENCIA
Sólo dos veces en mi vida he asistido a un Meeting, la primera en
Barcelona donde residía durante las primeras elecciones. La multitud reunida
allí para escuchar a oradores que habían sido vilipendiados por el Régimen Anterior,
era inmensa. Yo no acababa de encontrarme a gusto cuando la gente gritaba:
"se siente, se siente…”.
Ningún político me ha conmovido nunca.
En este diciembre (2015) he repetido experiencia, es decir treinta y ocho
años después. Caminando, a pesar de disponer de un “tranvía a ninguna parte”, me fui a escuchar al líder.
Logré acercarme lo más posible a la tribuna, y empecé a observar. Como
investigador del comportamiento humano, me encanta estudiar a los políticos y
estuve analizando los gestos, las expresiones verbales, y sobre todo los
improperios que se lanzan.
Lamentablemente en el meeting de
Barcelona entonces, no sentí nada; pero la experiencia de ahora ha sido aún
peor. Lo que he experimentado ha sido
condolencia.
El “estilo-Acebes-Monedero” se ha
impuesto en toda la clase política; y lo
que es más grave, está cundiendo en la sociedad, incluidos los más jóvenes. Qué
les dirán a estos chicos, sus profesores
de enseñanza primaria, secundaria o universitaria; ya que hay de todos los
niveles entre los candidatos. Cuando vuelvan al aula, los alumnos no les
creerán. Si hablan de tolerancia y respeto a las reglas de juego, y más
todavía de solidaridad con el más
próximo, les parecerá una broma. Y es que, los
chicos hacen lo que ven hacer, no lo
que les dicen que hagan.
Diecisiete veces en un meeting nombraron al adversario ¿Desconocen estos
aspirantes, -que nos quieren gobernar
en ocasiones a perpetuidad-, que cada vez que se nombra al “diablo”,
se conjura su presencia? Y efectivamente, cada vez que le nombraban, la
figura del otro crecía hasta alcanzar tamaño de gigante.
A falta de asesores, que vengan a mis clases, diré modestamente. Allí enseño
cómo funciona el fantasma. La psicología
del fantasma les paraliza o les lleva al autoengaño. Algunos no tienen
nada interesante que decir, y los hay
que cada vez que abren la boca provocan abstención.
En mi caso seguro que votaré, pero yo soy un indeciso por condolencia. Veo a los cuatro “jinetes del
apocalipsis”, cargados de marketing, errar por los platós de Televisión,
y he dicho muy bajito para que no me
oigan: ¿ Nos estarán engañando
otra vez?