Nosotros las cuidamos, como si tuvieran alma, que la tienen; y le damos un nombre
a cada una para defenderles de los señores del mercado y la motosierra. En el
tronco de cada olivera con más de 300 años, hay una placa con su nombre: Generosa,
Atenea, Alborada, Santa, Galana, Airosa, Bella, Aria,
Recatada, Delicia, Fortuna, Albina, Sultana, Areté, Betania, Encantada,
Licenciosa, Henar, Ángela, Aurora, Alezeya…
Después de varios años de compartir un Aceite
exclusivo de Oliveras Centenarias, aún no se ha comercializado. En el Cortijo
Blanco interesa más la Cultura del Aceite. Este año, ante la demanda
recibida, ha salido al mercado-extramuros, una partida de Royal, con el
fin de hacerle frente a los costos de la producción. En los últimos meses, el
Royal Cortijo Blanco se ha paseado por distintas poblaciones de
nuestro país: Barcelona, Madrid, Sevilla, Salamanca, Jaén... También ha estado
en Italia, Bélgica, y Suiza... Y ha sido competitivo. Elaborado sin
ánimo de lucro, se ha presentado este año en sociedad, gracias a la Gestión, de
un joven Emprendedor.
Pero los señores del mercado y la motosierra no saben
de sabores perdidos; y unas veces arrancan las oliveras, y otras adulteran el
aceite. Un grupo de ciudadanos protege a las Centenarias, hasta que los
nuevos Regidores decidan cumplir con su deber.
En Cortijo Blanco, cosecha 2016, hay dos variedades:
1. Royal: Es suave, sin amargor, con un
aroma dulce y un frutado fresco.
2. Picual: Es amargo, picante, y astringente.
Si tuviera que utilizar un término, diría que el
Picual es fuerte, y el Royal elegante.
Muchos son los que prefieren el Picual, tal vez porque
es más recio y vigoroso. Pero el Royal tiene unos efectos para la salud, muy
superiores, con un rendimiento graso muy bajo (un 12%). Su problema es que la
producción es escasa y con un proceso complicado.
La CATA está prevista para el día 11 de
diciembre, en Siglo XXI. Es una oportunidad.