Me entero, por los medios, que los sindicalistas de Murcia pretendían pasar la manifestación el día 25 por la Gran Vía ¿Es que ignoran que allí vive el Presidente? Se prepara un recorrido alternativo, -siguen diciendo los medios-, por indicación del Tribunal Superior de Justicia, que tal vez decida el lunes que los manifestantes no puedan pasar por delante de la casa de Valcárcel. Estamos ante una propuesta ingeniosa y políticamente correcta, ¿se dice así? ¡No tendrán calles en el municipio estos alborotadores para "retozar"! A mí, ciudadano del mundo, me parece una medida exportable por democrática y constitucional: "jus utendi et abutendi". He estado en la FITUR, no es broma, y no se me había ocurrido "vender" para el turismo, esta idea.
Pero, una vez en Murcia, he decidido, por mi cuenta, poner en práctica un derecho que evidentemente tengo, a juzgar por lo que el ejecutivo murciano ha propuesto, es decir que la gente no puede pasar por cualquier calle, si van juntos y allí vive algún notable. En consonancia con este criterio que me parece genial, me atrevo a decir yo también, -aunque a lo más que he llegado es a presidente de escalera-, que por delante de mi casa, -en este momento calle Juan de Borbón- "no pasarán" ¿Te suena esto de "no pasarán"? Y mira si pasaron... Es verdad que mi casa es muy modesta, si la comparamos con la del Banco Exterior de España en la Gran Vía, pero es mi casa, y no me la regaló ningún concejal. Por lo tanto, estoy en mi derecho de decir que "por aquí no se pasa", a no ser de uno en uno, y sin apretujarse. Los autobuses sí; también los coches, camiones, motos..., y sobre todo el TRANVÍA, ese tranvía que no va a ninguna parte, y a lo más llegue algún día a las “nuevas condominas” ; pero es "la joya de la corona " de este alcalde, una vez que agotó el "agua para todos". Ese tranvía al que antes de su inauguración, ya todo el mundo le tiene miedo. "Un tranvía a prueba de sustos", titula La Opinión; un tranvía testigo conmigo, en la madrugada del Sábado 8 de Enero, de la desaparición de un hombre bueno, un artista solidario, perfeccionista, buena gente... Se llamaba Javier, y era profesor de Arte. Ahora me escriben sus hijos, ¿por qué a mí cuando quería olvidar?...
¿Sabes qué? Me han dado ganas de salir a la calle con una gran pancarta en todos los idiomas que dijera muy fuerte: por mi calle, -porque es mía-, puede pasar todo dios, caminando, en bicicleta, en manifestación, muy juntos...Todos, menos el Tranvía de un alcalde que en los momentos de tribulación, ni está ni se le espera.
Dime por qué calle he de pasar si me manifiesto. Soy "alérgico" a las manifestaciones, pero esta vez yo iré, aunque los alacranes me coman la sien. Puedo decir en mi descargo que nunca pegué a nadie, y que prometo no tirar huevos contra la casa del presidente.
José Buendía. Profesor universitario
Temporalmente: California. EE.UU