domingo, 4 de septiembre de 2016



MEDIOCRES

Con frecuencia, en el círculo íntimo de las personas que tienen poder se ven personajes mediocres o realmente insignificantes. La técnica con la que estas personas hacen carrera puede observarse por ejemplo en la Universidad. Es el caso de quien científicamente no vale mucho, pero es servil. El barón universitario se acostumbra a verlo a su alrededor, a darle las tareas más desagradables, y ya no puede prescindir de él. Lo recompensará más tarde.

 Siempre hay alrededor del poderoso, numerosos postulantes. Están a su alrededor, pacientes, insistentes. Un día el Candidato, se encuentra con dificultades, necesita ayuda y se dirige a uno de ellos. Éste no pide nada, haría cualquier cosa que se le pidiera. Así empieza la relación. El poderoso, no lo estima, no lo aprecia, lo utiliza. 

Pero puede haber también otras razones: hay poderosos que tienen miedo a integrar su círculo más íntimo con personas  inteligentes o autónomas. Unos porque no quieren que les contradigan. Otros porque desean ser admirados. Y en otros casos, simplemente por pereza. No quieren discutir y volver a discutir los problemas; es más cómodo estar rodeado de mediocres.

Muchos de estos aspirantes están preocupados solamente por su puesto ¡Y no veas el impacto que tiene la función de estos mediocres, trepas o aprovechados!
Y lo más grave, la propia institución queda atravesada por la mediocridad. Mediocre es una institución que permite, fomenta y celebra el triunfo de los mediocres.

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los primeros en ser ascendidos, los que más se hacen escuchar y a los que votamos, sin importar lo que hagan.
   
P.D. Leo las declaraciones de la Consejera de Educación y Universidades hoy en la Verdad (04-09-16). Aquí tienes, querido Fabio, un modelo a seguir para los mediocres.