Todas las Deudas se Pagan
“Todos los plazos se cumplen y todas las deudas se
pagan”, dice Zorrilla por boca de Don Juan. Hay deudas,
que aún no se han pagado. Algunos hablan de “cadáveres en el camino”, no
en sentido físico, sino psicológico o político. A renglón seguido, piden que no
demos su identidad, dado que los envites recibidos no han sido, ni inventados
ni pequeños.
Pero,
¿es cierto que alguien, -con determinada cuota de poder-, ha dejado “cadáveres
en el camino”? Si es así, debe pagar sus deudas cuanto antes. De lo contrario
se encontrará con lo que en Psicología llamamos “el Retorno de los Muertos”: La
víctima retorna amenazante una y otra vez.
No son
invenciones mágicas o cuentos chinos, sino algo que tiene lugar en el mundo interno
del agresor. Me estoy refiriendo a una persecución psicológica, y por lo tanto
omnipotente ante la que no es posible escapar.
En la
literatura, en el cine, y el arte en general, aparece el fenómeno de
forma persistente y reiterativa: Antígona con su insistencia en una demanda
incondicional: el entierro apropiado de su hermano; el padre de Hamlet, que
vuelve de la tumba con la demanda de que el príncipe vengue su muerte; y los
acontecimientos traumáticos de la Guerra Civil, el Holocausto o el Gulag son
casos ejemplares del retorno de los muertos.
Las sombras de
las víctimas, continúan persiguiendo como muertos-vivos.
Pero, ¿por qué vuelven? La respuesta es que no
están bien enterrados. Su retorno materializa una deuda simbólica.
Y no hay más remedio que pagar esa deuda.
Ajenos a estos planteamientos, algunos acumulan
deudas enormes a costa de la gente. Estos abusadores, trepas y aprovechados
olvidan que “Todos los plazos se cumplen y todas las deudas se pagan”.