domingo, 13 de enero de 2013

A propósito del homenaje a Ángel González
 ( Miércoles16 de Enero a las 13 horas  en el Campus de Espinardo) 

             Un Decano con la Camisa Negra       
Juan ¡hijo!, he leído tus artículos sobre la “pobreza ambiental” de la Región, y me he quedado de piedra. Nunca pensé que te apuntaras tú también  a la “política del ladrillo”. Estoy de acuerdo con los elogios que haces sobre los “centristas”, y con la defensa de los “cuartos” concedidos “al estamento religioso”. Pero decir que lo del general es un “saludable desahogo”, me parece demasiado.

“No es obligatorio ser de izquierdas ni de derechas”, señalas más adelante, “grises son los colores, objeto de mayor contemplación”. Hablas como un libro abierto. Hoy la izquierda casi no existe, y la derecha va a menos; todo es gris. El gris está de moda. Pero no me queda claro lo que significa para ti esta terminología, porque ya no se lleva. Históricamente se quiso con ella marcar una diferencia importante: los de derechas tienen una memoria familiar, los de izquierdas,  colectiva.

De siempre he tenido curiosidad por tus escritos, dejándome llevar por el afecto, más que por las ideas; ya que, como muy bien sabes, nuestra forma de ver las cosas es   distinta y distante, vaya como ejemplo la valoración de nuestro patrimonio natural. Con motivo del lamentable accidente, publiqué un artículo, titulado “¿un fallo humano?”, en el que decía entre otras cosas lo siguiente: “…el drama personal que subyace en personas tan conocidas y queridas…, nos lleva a tener que decir No a la sensibilidad de algunas instituciones públicas; no a quienes muestran una responsabilidad social y política tan deficiente…”  Tú sabes muy bien quiénes son los responsables políticos del momento, ¿de color gris?

Sin embargo reservas en tus escritos el color negro para el profesor Ángel González, por el simple hecho de estar en el otro “bando”. Escribes sin empacho, cosas como estas: “A lo mejor es el color oscuro,  apagado y negro, el que tiene que ver, bien con el fascismo, bien con la Ezquerra republicanaun personaje capaz de cualquier cosa… cara al sol y con la camisa oscura, pero con la música de Juanes”. Ya no acierto a descifrar lo que escribes; la “camisa negra” del cantante colombiano es un mensaje de amor, no de política trasnochada, ¿o no? A mí me encanta escuchar a Juanes y sobre todo vestir de negro en esta Murcia profunda y gris.

Pensé que serías crítico con la gestión pública de los más influyentes, pero te has convertido en su valedor. Los “personajes” a quienes apoyas, de forma tan desinteresada, se me antojan una reencarnación del espíritu de la Escuela Nacional Católica; de aquellas gentes que representaron en la memoria de muchos lo “mejor”, que este país ha dado, ¿qué color darías al cuadro?

 “A los que son tontos les muestro mi desdén…, nada más peligroso que un tonto empeñado en tomar decisiones”. No sé muy bien a quien te refieres porque hablas del “talante”, de los “homosexuales” y de “Benedicto 16”; creo recordar que a este último lo salvas. En cualquier caso, es cuando menos sorprendente que todo un decano utilice ese vocabulario sin que el colectivo de profesionales al que representa, no diga ni pío. En adelante debes usar “discapacitados” que es el término de moda.
            En fin, se necesita mucho valor para pronunciar ciertas palabras desde la “inteligencia ¿fracasada?”. Ningún “centrista”, -gris por supuesto-, podría imaginar un decano con la camisa negra, convertido en el árbitro de la política regional, y sin la música de Juanes.